FILOSOFÍA

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lunes, 13 de mayo de 2024

ASPECTOS BIOLÓGICOS DE LA VEJEZ

 


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ASPECTOS BIOLÓGICOS DE LA VEJEZ

ERMG

No es igual un anciano albañil que un anciano profesor universitario. El trabajo del primero es más duro, su vejez es más difícil.

La vejez es un hecho cultural.

Hipócrates calculó que la vejez llegaba a los 55 años.

Rogelio Bacón afirmó que la vejez es una enfermedad,

Leonardo da Vincí dibujó los cambios en la vejez.

La vejez se corresponde con la estación invernal.

Paracelso: la vejez es una intoxicación.

Para los mecanicistas en la vejez la máquina corporal está desgastado.

Para los vitalistas en la vejez las energías merman,

Charcot dictó conferencias sobre la vejez.

Mechnikov: la vejez es la involución de las glándulas sexuales. (En Corazoón de perro de Bulgakov la trama gira en torno a esta tesis.ERMG)

Tenemos la edad de nuestras arterias.

Para Alexis Carrel la vejez es una autointoxicación producto del metabolismo celular.

La vejezes parte de lavida. Es un fenómeno de todos los seres vivos.

La gerentología barca los aspectos biológicos, psicológicos y sociales de la vejez.

La vejez es parte del cumplimiento de un programa.

Las ratas con restricción alimentaria viven más.

viernes, 10 de mayo de 2024

ASPECTOS FILOSÓFICOS EN LA ORGÍA PERPETUA (2006)

 

ASPECTOS FILOSÓFICOS EN LA ORGÍA PERPETUA (2006)

Edgardo Rafael Malaspina Guerra

 


La orgía perpetua es un ensayo de Vargas Llosa sobre Gustavo Flaubert y Madame Bovary(MB).

Vargas Llosa considera al escritor francés como su maestro , y a su obra como el baluarte  fundacional de la novela moderna. Por eso leyó y releyó a este autor.

VLL cree que el método de escribir de F es casi científico, parecido a un trabajo de investigación.

Flaubert era era muy disciplinado para escribir sus obras. Investigaba sobre el tema de manera profunda. Revisaba lo escrito. Pensaba cada palabra.La pronunciaba en voz alta para precisar su musicalidad.

Escribió MB en casi cinco años.

En MB hay amor, sexo, erotismo y feticihismo.

La ficción es un bálsamo para el dolor.

La realidad está por debajo del sueño.

La escritura es el reino de la fantasía.

La escritura para F era una terapia,

Los aspectos médicos que aparecen en MB, F los consultó con médicos, pero tenía recuerdos de cuando su padre lo llevaba al hospital. Vio disecciones en la morgue. Describió en sus personajes sus propios males de salud.

Después de Madame Bovary , la obra más importante de Flaubert es La educación sentimental.

VLL habla de los escritores que leyó F y de sus libros.

F distribuía sus materiales según el tiempo y el orden de los mismos.

Hacía esquemas sobre lo que iba a escribir.

F escribía media página por día.

La novela muestra, no juzga.

La literatura es venganza de la realidad.

Para F, las personas son pretextos para sus libros.

Sus personajes son tomados de la vida real. Fusiona varios personajes reales  para obtener uno ficticio.

La novela añade algo a la realidad.

“En todas las obras de Flaubert, aun aquellas que pueden ser consideradas una fuga en la historia, la novela sigue siendo convocatoria de un hombre a los otros hombres a encontrarse en lo imaginario verbal para, desde allí, entender como insuficiente la vida que aquellas obras prodigiosamente rescatan e impugnan, salvan al tiempo que condenan”.

 

ASPECTOS FILOSÓFICOS  (Párrafos que me gustaron)

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El narrador-filósofo El narrador omnisciente, algunas veces —hay que subrayar que son pocas—, se manifiesta con intromisiones que delatan, por el breve espacio de una palabra o una frase, la existencia de un ser forastero a la realidad ficticia. Algunas de estas intromisiones son, a todas luces, involuntarias, actos fallidos del narrador, como cuando, en medio de una descripción impersonal de la región donde se confunden Normandía, Picardía y L'Ile de France, mete la nariz para opinar que "C'est la que l'on fait les pires fromages de Neufchâtel de tout l'arrondissement", o, un poco después, cuando remata la relación del corto período de cariño y atenciones de Emma hacia su hija, en los primeros tiempos de Yonville, ironizando: las expansiones líricas maternales de Madame Bovary, dice, "à d'autres qu'a des Yonvillais" les hubieran recordado a "la Sachette de Notre-Dame de Paris".

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Pero hay ocasiones en que el narrador omnisciente aparta con toda deliberación a los personajes y a los objetos para ocupar el primer plano del relato y pronunciar, profesoralmente, una sentencia filosófica, una conclusión moral, un refrán o aforismo, una regla de la vida que encuentra un ejemplo concreto en el hecho que ha narrado o que va a narrar: "—car tout bourgeois, dans l'échauffement de sa jeunesse, ne fût-ce qu'un jour, une minute, s'est cru capable d'immenses passions, de hautes entreprises. Le plus mediocre libertin a rêvé des sultanes; chaque notaire porte en soi les débris d'un poète". No habla ningún personaje, el propio narrador formula esta ley general e inapelable de la conducta burguesa para explicar el conformismo de Léon Dupuis, su tránsito del joven romántico que fue en Yonville al hombre calculador  y prudente que es ahora en Rouen.

Las interrupciones momentáneas de la acción o de la descripción, a fin de que la voz magistral de Dios Padre resuma lo narrado en una norma ética, sociológica, psicológica o histórica, son un procedimiento clásico de la novela y en esto Flaubert sigue una tradición. Pero no de manera mecánica, sino dando al procedimiento un uso personal.

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El narrador-filósofo sólo toma cuerpo en ciertos momentos importantes y su paso siempre es rápido, su presencia eleva la realidad ficticia a un plano de solemnidad y abstracción sólo unos segundos, de modo que la marcha del relato no se vea obstruida, dispersada, distraída por la intrusión. Además de breve, la voz del narrador-filósofo tiene otra característica invariable: la rotundidad. Nunca duda, habla de una manera categórica, como cuando, después de referir el relator invisible que Léon, a su vuelta de París, ya no es el joven tímido que había conocido Emma, sino un varón desenvuelto y seguro de gustar, la historia se detiene para que una voz divina nos instruya así: "L'aplomb dépend des milieux où il se pose: on ne parle pas à l'entresol comme au quatrième étage, et la femme riche semble avoir autour d'elle, pour garder sa vertu, tous ses billets de banque, comme une cuirasse, dans la doublure de son corset".

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Al viejo recurso de la irrupción del narrador-Al viejo recurso de la irrupción del narrador-magíster, Flaubert le da una coloración propia: reduce sus intervenciones a ciertas circunstancias oportunas (no he encontrado más de medio centenar de apariciones del narrador-filósofo), las dota de cualidades permanentes —brevedad, generalidad, perentoriedad— y logra que esos veredictos definitivos, conclusiones genéricas de lo particular o moralejas parciales de la historia, puntúen acompasadamente el relato. Al final, resulta evidente que la colección de afirmaciones del narrador-filósofo modela un plano de la realidad ficticia: el ideológico. No la ideología de este o de aquel personaje, sino la general, inmanente a aquella sociedad, el sistema básico de ideas en el que los personajes nacen, viven y mueren, y que es suficientemente laxo como para admitir en su seno ideologías contradictorias de clases, grupos sociales y aun de personas. Así, esas sentencias son parte valiosa de la realidad ficticia, un complemento indispensable al material acarreado por las palabras en cursiva. Con él forman los parámetros morales, políticos, religiosos y metafísicos dentro de los cuales se mueven los hombres y las mujeres de la novela, las raíces de sus conductas y sentimientos. Aunque ambas confluyen para diseñar el nivel retórico o filosófico de la realidad ficticia, esas palabras en cursiva y estas sentencias magistrales no son la misma cosa. Aquéllas tienen un radio restringido, expresan verdades relativas y concretas, las creencias, mitos o prejuicios de un grupo determinado —una familia, un colegio, un sector profesional, un sexo, una clase social, una región—, ante los cuales el narrador omnisciente toma a veces una distancia crítica e irónica (en estos casos la cursiva subraya el carácter de deformación viciosa, perversa, de la realidad que tiene ese clisé, refrán o fórmula lingüística), en tanto que el narrador-filósofo expresa siempre verdades abstractas y absolutas, unilaterales; sus frases pretenden ser la realidad humana capturada en una fórmula verbal, como cuando inicia el capítulo que sigue a la agonía de Emma definiendo así la reacciónde los hombres ante la muerte: "II y a toujours après la mort de quelqu'un comme une stupéfaction qui se dégage, tant il est difficile de comprendre cette survenue du néant et de se résigner à y croire".

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El narrador-filósofo expresa algo más permanente y universal que los dichos y refranes en los que se halla reflejada la ideología de una comunidad: ciertas cualidades innatas, una esencia humana general y anterior a las personas y dentro de la cual las existencias concretas toman forma, significan una variante o modalidad. Por ejemplo, cuando Emma, arruinada, acude a Rodolphe para pedirle tres mil francos y éste le responde que no los tiene, se corporiza el narrador-filósofo para hacernos saber que cuando el dinero se mezcla con el amor éste peligra, pues lo pecuniario suele enfriarlo y matarlo: "II ne mentait point. II les eût eus qu'il les aurait donnés, sans doute, bien qu'il soit généralement désagréable de faire de si belles actions: une demande pécuniaire, de toutes les bourrasques qui tombent sur l'amour, étant la plus froide et la plus déracinante". En tanto que las cursivas son el nivel retórico en un plano subjetivo — creencias e ideas de los personajes—, el pensamiento que expone el narrador-filósofo lo es en un plano objetivo: lo que él dice aspira a ser saber científico, formulación matemática de la naturaleza humana. Ambos planos, combinados, estructuran el mundo de las ideas y de las creencias a partir de las cuales juzgan, realizan el bien y el mal, aciertan o se equivocan, son viles o nobles, comunes o insólitos, conformistas o rebeldes los seres de la realidad ficticia.