FILOSOFÍA

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sábado, 25 de octubre de 2025

JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ:CULTIVADOR DE LA FILOSOFÍA Y LAS ARTES.

 

JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ:CULTIVADOR DE LA FILOSOFÍA Y LAS ARTES.

Edgardo Rafael Malaspina Guerra




1

Afirmaba José Gregorio Hernández que la cultura espiritual es más necesaria que la cultura intelectual, y explicaba: “Todo hombre puede vivir sin conocimientos humanos, pero es muy posible que le desaliente la vida si carece de los rudimentos que le expliquen las razones de su existencia”.

Hernández otorgaba gran importancia a la filosofía: “Ningún hombre puede vivir sin tener una filosofía. La filosofía es indispensable para el hombre, bien se trate de la vida sensitiva, de la vida moral, y en particular de la vida intelectual”.

 

2

 JGH Cultivaba también el estudio de las diferentes artes, gusto que le viene desde muy niño.  “No jugaba como los otros de su edad, tocaba bien el piano y leía a Plutarco y a Kempis”, escribió Juan de Dios Villegas en 1919. Durante su estadía en París, en los tiempos, durante el postgrado, de ocio, tocaba el violín y asistía a los conciertos. Luego, al regresar al país, solía tocar el piano de en vez en cuando. Antes de ese periodo, en Isnotú, se dedicó a la pintura e hizo varios cuadros.

3

 Sus ideas sobre filosofía y estética las recogió en el libro “Elementos de filosofía”, publicado en 1912. Por ese motivo, Arturo Ayala escribió: “Cuando lo suponíamos con la vista fija en la lente del microscopio para arrancarle los signos característicos de nuestras entidades patológicas, lo vemos ascender en majestuoso vuelo a las serenas regiones de la filosofía, y en sintético lenguaje con independencia de criterio que lo honra y revela al hombre de ciencia, aborda los más abstrusos problemas filosóficos”.

Fray Andrés Mesanza dijo que el texto no contenía la dialéctica, pero no era escolástico, en cambio, lo consideraba católico.

4

 Ya que tocamos la religión es bueno hablar de su posición firme, clara y honrada con respecto al origen de la vida. Era un tema que no podía eludir como investigador y al cual supo responder con elegancia, argumentando principios, filosóficos, científicos y religiosos.

 JGH estudió en París con el profesor Mathías Duval, evolucionista difusor de las ideas de Darwin. Imperaba en Europa, en esa época, el positivismo de Augusto Comte, y en Venezuela esas nuevas corrientes del pensamiento filosófico eran difundidas por Adolfo Ernst, Rafael Villavicencio y Luis Razetti.

 

 Se estableció una polémica en el país sobre el origen de la vida. Hernández intervino con la siguiente posición: “Hay dos opiniones para explicar la aparición de los seres en el universo: el creacionismo y el evolucionismo. Yo soy creacionista”. No podía reaccionar de otra manera un hombre con una sólida formación cristiana como la suya. Sin embargo, como investigador era un evolucionista que aceptaba el desarrollo de los procesos biológicos. Esta convicción se desprende de sus razonamientos posteriores: “La segunda hipótesis es la teoría de la evolución universal, o aplicada especialmente al hombre, la doctrina de la descendencia. Hipótesis mucho más admirable desde el punto de vista científico, es decir que tomando en consideración los hechos observados hoy, explica mejor el encadenamiento de los seres vivos que pueblan el mundo, su desarrollo embriológico, la existencia de ellos de órganos rudimentarios, la unidad de estructura y la unidad funcional de los órganos homólogos; y puede armonizarse perfectamente con la revelación”.  ¡Admirable ! El Vaticano, a través de su Academia de Ciencias, adoptó ese criterio en los años ochenta del siglo pasado.

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Sobre “Elementos de filosofía” de José Gregorio Hernández,  el Dr. Dominici expresó: “No he leído libro alguno de más terso estilo ni que penetre más espléndidamente en el corazón”.

 

  En Elementos de filosofía las definiciones son certeras, precisas. Citamos algunas entre muchas:

1-      La filosofía es el estudio racional del alma, del mundo, de Dios y de sus relaciones.

2-      El sentimiento estético es desinteresado, universal y necesario.

3-      La poesía es de todas las artes la más excelsa ,es el arte divino. Nada escapa a su jurisdicción; ella expresa en grado sublime la belleza toda, la belleza natural, la intelectual y la moral. Su instrumento, que es la palabra, es lo más bello que hay en el universo después del hombre. La poesía penetra en el fondo del alma humana, pone en movimiento todas sus actividades, y la engrandece, porque satisface todas sus aspiraciones artísticas.

4-      La música tiene el misterioso poder de expresar uno a uno todos los sentimientos, todas las pasiones que se anidan en el corazón del hombre; su lenguaje es entendido por todos en la expresión sentimental, y alcanza el supremo esplendor en la belleza, al expresar su sentimiento religioso.

5-      La pintura, aunque silenciosa, expresa elocuentemente la belleza; su jurisdicción no es solamente la belleza sensible, sino que por medio de ella se levanta hasta la belleza intelectual y moral. Una obra maestra de pintura es semejante a un poema; contemplándola el alma experimenta grandes emociones que engendran el verdadero éxtasis estético.

 

De esta importante obra filosófica de Hernández , Pedro Pablo Bartola dijo: “Su estilo es propio , terso y expresivo dentro de una encantadora sencillez de formas y de vocabulario.”

 

 Sobre Hernández y su actividad en general, Monseñor Antonio Ramón Silva escribió: “Filósofo eximio, poseía extensos conocimientos en ciencias y artes”.

 

 https://www.calameo.com/read/00710218322679d4b5f9b

 

 

 

 

 

 

 

miércoles, 24 de septiembre de 2025

FUNDAMENTOS DE LA FILOSOFÍA. UNIVERSIDAD I KANT.

 


IA Y FILOSOFÍA.

 

PENSAR EN LA ÉPOCA DE LA IA.

Javier Ors.La Razón

Creada: 21.09.2025 03:17





1

Distintos pensadores, Irene Ortiz, Paco Calvo y Javier Rueda, los tres participantes del Festival de las Ideas, reflexionan sobre el impacto de la inteligencia artificial en la filosofía y el pensamiento, y exponen las ventajas y también los peligros que entraña

2

La irrupción de la inteligencia artificial modificará el trabajo, la sociedad, la cultura, la ciencia y las humanidades, y abre nuevas y apremiantes interrogantes: ¿Cómo modificará su llegada al pensamiento? ¿Influirá en la manera de percibir el mundo a nuestro alrededor? ¿Alterará nuestros hábitos? ¿Cambiará la manera que tenemos de relacionarnos? ¿Redistribuirá los espacios de las ciudades de una manera distinta a las que conocemos actualmente? ¿Cómo repercutirá la tecnología de algoritmos en todas estas cuestiones?

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Varios pensadores, que participan en las jornadas del Festival de las Ideas en Madrid, reflexionan sobre estas preguntas y tratan de aportar al debate un punto de vista alejado de tremendismos, optimismos o pesimismos galopantes. Paco Calvo, autor de «Planta Sapiens» (Seix Barral), se aleja de miradas negativas y recapacita sobre cómo la inteligencia artificial puede contribuir a abrir nuevos caminos en la filosofía. «La IA puede abrir nuevas formas de pensar porque nos ayuda a superar el viejo modelo del ‘‘folio en blanco’’ en el que parecía que había que empezar siempre desde cero. En este nuevo escenario, las ideas que surgen dependen de cómo planteamos nuestras preguntas y de cómo guiamos el intercambio. Así dejamos de ser solo autores aislados y asumimos también el papel de editores de un pensamiento compartido, que se enriquece con este diálogo continuo». En el mismo sentido avanza el sociólogo Javier Rueda, autor de «Utopías de barra de bar», publicado por la editorial ¿Es posible?, cuando explica que «en el mundo de la producción científica existen unos estándares sobre los textos. A día de hoy, la IA contribuye al desarrollo de estos artículos y a la evaluación de ellos por parte de revistas y, en la cuestión creativa, ayuda a comenzar a pensar, a darle la vuelta a un asunto, aunque lo que te proponga en un inicio resulte insuficiente o no aporte nada».

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Pensamiento repetitivo

 

Pero él también llama la atención sobre una importante cuestión: «Las propias lógicas productivas y del pensamiento que construyan textos sin intervención humana; en el momento en que se logra un pensamiento repetitivo de un canon, que reproduce todo y no crea conocimiento nuevo, esto sería negativo. Ahora hay herramientas que resumen el conocimiento. Pero no es lo mismo que te reduzcan el argumento de “La colmena”, de Cela, a leer “La colmena”. No es lo mismo. En el momento en que para construir conocimiento se acuda al resumen de lo anterior, esto conducirá al empobrecimiento y a cierta miseria intelectual».

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La filósofa Irene Ortiz, autora de «El mito de la ciudadanía», pone, antes que nada, un punto esencial para el debate: «Usamos el término inteligencia, pero eso no es pensar en el mismo sentido de razonar que tiene el ser humano. Trazaría una distinción clara entre una máquina que procesa información y la expone, y el razonamiento del ser humano. Más que la IA, más que tenerla, tiene sentido pensarla, qué desafío representa para el ser humano, pero tampoco debería suponer un gran temor».

 

La pensadora expone una importante objeción: «El problema es pensar que solo hay una respuesta para nuestras preguntas y que esa respuesta es la de la IA. Cuando formamos grupos diferentes de personas, obtenemos siempre distintas contestaciones para una misma pregunta. Esto ofrece un amplio abanico de posibilidades. Ahí aprendemos a discernir cuáles son las más razonables, cuáles nos seducen y a diferenciar entre unas y otras. El problema de la IA es creer que sus respuestas son las únicas correctas, desestimando el resto del abanico de respuestas y, esto es crucial, sin tener en cuenta el razonamiento de esa IA. Por eso me preocupa qué compañías están detrás de ellas, porque eso va a priorizar unas respuestas sobre otras».

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Gran parte de la filosofía es saber hacer preguntas. Las interrogantes son casi más importantes que las contestaciones que se obtengan. Por eso, Paco Calvo, sobre este asunto, considera que «es un error plantear nuestra sociedad con el término de “sociedad de las respuestas’’. Lo que ofrecen las IAs generativas no son respuestas cerradas, sino la posibilidad de entablar un diálogo continuo. Si la filosofía siempre se ha basado en hacer preguntas, seguirá siéndolo también ahora. Todo depende de cómo formulemos esas preguntas y cómo orientemos la interacción. Al fin y al cabo, ¿qué es el llamado prompt engineering sino el arte de preguntar bien?».

 

Por eso, matiza: «El riesgo no está en la IA, sino en quien decida pasarse el día hablándole solo a un ordenador. Eso sería como culpar al ábaco porque alguien en el siglo XIX no hacía otra cosa que mover bolitas. El problema no es la herramienta, sino el uso que se haga de ella».

7

Proceso de aceleración

Irene Ortiz repara en otro asunto que va parejo: la velocidad. «La rapidez de esta sociedad nos obliga a tener las respuestas ahora, y este proceso de aceleración, a la hora de hacer filosofía, tiene consecuencias. No sé qué opciones de tiempo tiene la gente, al salir del trabajo, para pararse a pensar y dedicar un rato a las preguntas de las que se ha ocupado la filosofía a lo largo de los siglos. Eso puede ser un problema, pero tengo la esperanza de que el ser humano encontrará siempre espacios, porque es una forma inherente de hacerse preguntas, como la pregunta por el sentido de la vida, que estará ahí, siempre, en cada momento, pero es cierto que disponer de menos tiempo afecta a esa reflexión pausada». En este debate coincide Paco Calvo, que aprecia que «no nos engañemos: los grandes temas de la filosofía no caducan. Desde que el mundo es mundo, seguimos girando en torno a las mismas preguntas esenciales: el amor y la muerte. Todo lo demás son variaciones sobre ese mismo fondo».

8

Javier Rueda remarca otras cuestiones relevantes. «Lo que puede ser peligroso de una herramienta como la IA son los caminos que establece, porque estaría marcando cuáles son los caminos que vamos a recorrer. Modelos de lenguaje como este es reconstruir lo que se ha escrito, redactado o pensado. La IA regurgita lo que hay. Es un Reader’s Digest de concentración. Cuando vas por un campo y ves hierba crecida, eliges el camino donde está caída. Con la IA pasa eso: conforma un camino único».

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El principal escollo, para él, descansa en «este pisar fuerte sobre el mismo camino, que genera la imposibilidad de crear caminos alternativos. Es necesario pensar más fuera de la IA, para no aletargar la imaginación, más la imaginación que la inteligencia, y, cuando estemos dentro, a lo mejor deberíamos mirar caminos que no sean el único, sobre todo en los campos del arte, que es donde deberían crearse cosas diferentes». Para Javier Rueda, esto tiene una consecuencia que va más allá y que se traduce en algo tan físico y al alcance de todos como es la ciudad y la manera de relacionarnos. «Es un tema y tiene una primera traducción importante. Herramientas como Google Maps ya están transformando el espacio público a partir del diseño. Si le preguntamos cómo debe ser a una IA, esta responderá con unas soluciones que, a fuerza de repetirlas, se impondrán como una normalización. Esta lógica normalizadora fomentaría que un centro urbano correcto, una periferia o el entorno de un río, deba responder a unos elementos estéticos: calles adoquinadas, una zona de uso infantil, una fuente y una zona para terrazas. Y, fíjate, cada vez más nos parecemos a eso».

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Pero para el sociólogo hay más: esto influirá en que, como los algoritmos buscan las afinidades, las posibilidades de encuentros aleatorios se reducirán y la gente que pertenezca a un mismo estatus social, unos mismos intereses o unas mismas pautas tenderá a concentrarse en lugares determinados: la oportunidad de toparte con personas de distinta procedencia, pensamiento, clase o conciencia se reducirá. «La filosofía es el arte de cómo formular las preguntas. Si no tenemos esta manera de preguntar, las respuestas de la IA serán fáciles. Cuando las preguntas se simplifican hasta la banalización, las respuestas son de corte de pensamiento mágico. Una buena pregunta nos llevará siempre a buen sitio, pero si no se plantea así, la respuesta será una porquería. Aparte de que hoy la información es tan excesiva, que lo importante no es solo la verdad, sino discernir el trigo de la paja». O, como sostiene Paco Calvo, «la IA no resuelve problemas por nosotros, pero nos obliga a hacer mejores preguntas. Y de la calidad de las preguntas depende siempre nuestra capacidad de pensar».

jueves, 4 de septiembre de 2025

VOLTAIRE

 

BIOGRAFÍA DE VOLTAIRE (1981)

Edgardo Rafael Malaspina Guerra

 


 

 

 

En la biografía de Voltaire (1694’1778)   escrita por Haydn Mason se describe su definición sobre la historia y sus aportes a la misma.

Su verdadero nombre era François-Marie Arouet, y no era ateo, como piensan mucho, sino deísta. Su lucha contra la iglesia se relacionaba con la intolerancia. Voltaire aprendió la filosofía de la vida a través de sus lecturas, escritos y viajes.

Voltaire inventó la leyenda de la manzana de Newton.

1

Para saber dónde comienza la ignorancia  hay que tener gran ciencia.

2

Comía con frugalidad y bebía vino de Tokay.

3

Mis tres diosas son la virtud, el estudio y la alegría.

4

La vida termina imitando al arte.

5

He encontrado pocos hombres y muchos libros.

6

Siempre se puede aprender algo de un canalla. (Federico el Grande sobre Voltaire).

7

No puedo vivir contigo ni sin ti (Marcial, poeta romano).

8

La salvación está en el cultivo del propio jardín.

9

La naturaleza de una bella pasión dominante es muy duradera.

10

La literatura alimenta el alma, la corrige y la consuela.

11

Soy tan feliz, queme siento avergonzado.

12

Feliz es el que vive tranquilo al borde de su lago, lejos del trono, lejos de la envidia.

13

La guerra es un laberinto del que solo se puede escapar saltando sobre cadáveres.

14

La vida de los filósofos es mejor que la de los reyes.

15

Nunca se conseguirá una revolución con veinte volúmenes in folio; el peligro vendrá de los libros pequeños de bajo precio. Si el evangelio hubiera costado 1.200 sestercios, nunca hubiera triunfado la religión cristiana.

16

Hay que hacer de la muerte un arte.

17

Muero adorando a Dios, amando a mis amigos, sin odio hacia mis enemigos, aborreciendo la superstición.

18

Dejadme morir en paz, le dijo a unos curas que le pedían arrepentirse.

19

La historia exige el mismo arte de la tragedia, con una exposición, un nudo y un desenlace.

 

sábado, 31 de mayo de 2025

EL EVANGELIO SEGÚN JESUCRISTO.

 

EL EVANGELIO SEGÚN JESUCRISTO (1998)


 

 

ERMG

 

Esta novela es una biografía ficticia de Cristo y de La Sagrada Familia. El punto central es que José pudo haber salvado a muchos niños si hubiese comunicado la información que tenía sobre el plan para asesinar a los niños a otras familias. De esa manera hubiese podido evitar la masacre de Los Inocentes , planificada por Herodes.

El conocimiento de ese hecho marca a Jesús con un sentimiento de culpa trágica.

Jesús es presentado con todos los defectos que acompañan a cualquier humano y con sus mismas pasiones: es amante de María Magdalena.

 

FRASES .

1

Quizá los sueños son recuerdos que el alma tiene del cuerpo.

2

El alma no está presente en el cuerpo que duerme.

3

El espejo y los sueños son cosas semejantes, es como la imagen del hombre ante sí mismo.

4

José, María y el burro han venido atravesando el desierto, que desierto no es aquello que vulgarmente se piensa, desierto es toda ausencia de hombres, aunque no debamos olvidar que no es raro encontrar desiertos y secarrales de muerte en medio de multitudes.

5

Como siempre desde que el mundo es mundo, por cada uno que nace hay otro que agoniza

6

Mil veces la experiencia ha demostrado, incluso en personas no particularmente dadas a la reflexión, que la mejor manera de llegar a una buena idea es ir dejando que fluya el pensamiento al sabor de sus propios azares e inclinaciones, pero vigilándolo con una atención que conviene que parezca distraída, como si se estuviera pensando en otra cosa y de repente salta uno sobre el inadvertido hallazgo como un tigre sobre la presa.

7

A un espíritu volteriano, irónico e irrespetuoso, aunque nada original, no le escaparía la ocasión de observar que, vistas las cosas, parece que es condición para el mantenimiento de la pureza en el mundo que existan en él animales inocentes, sean tórtolas o corderos.

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Los niños se parecen a los viejos: lloran por cualquier cosa.

9

La vida es una sentencia. La muerte es una justicia.

10

Los pies no perciben nada, el conocimiento es propio de las manos, cuando tú adoras a Dios no levantas los pies hacia él, sino las manos, aunque podrías levantar cualquier parte del cuerpo, hasta lo que tienes entre las piernas, si no eres un eunuco.

PÁRRAFOS

1

EL ACTO SEXUAL DE JOSÉ Y MARÍA.

María, acostada boca arriba, estaba despierta y atenta, miraba fijamente un punto ante ella y parecía esperar. Sin pronunciar palabra, José se acercó y apartó lentamente la sábana que la cubría. Ella desvió los ojos, alzó un poco la parte inferior de la túnica, pero sólo acabó de alzarla hacia arriba, a la altura del vientre, cuando él ya se inclinaba y procedía del mismo modo con su propia túnica y María, a su vez, abría las piernas, o las había abierto durante el sueño y de este modo las mantuvo, por inusitada indolencia matinal o por presentimientos de mujer casada que conoce sus deberes.

 

Dios, que está en todas partes, estaba allí, pero, siendo lo que es, un puro espíritu, no podía ver cómo la piel de uno tocaba la piel del otro, cómo la carne de él penetró en la carne de ella, creadas una y otra para eso mismo y, probablemente, no se encontraría allí cuando la simiente sagrada de José se derramó en el sagrado interior de María, sagrados ambos por ser la fuente y la copa de la vida, en verdad hay cosas que el mismo Dios no entiende, aunque las haya creado.

Habiendo pues salido al patio, Dios no pudo oír el sonido agónico, como un estertor, que salió de la boca del varón en el instante de la crisis, y menos aún el levísimo gemido que la mujer no fue capaz de reprimir. Sólo un minuto, o quizá no tanto, reposó José sobre el cuerpo de María.

2

REMORDIMIENTOS

Dijo el ángel, Un hombre bueno que ha cometido un crimen, no imaginas cuántos hombres buenos lo han hecho antes que él, porque los crímenes de los hombres buenos no tienen número y, al contrario de lo que se piensa, son los únicos que no pueden ser perdonados.

Dijo María, Qué crimen ha cometido mi marido. Dijo el ángel, Tú lo sabes, no quieras ser tan criminal como él. Dijo María, Juro. Dijo el ángel, No jures, o, si no, jura si quieres, que un juramento pronunciado ante mí es como un soplo de viento que no sabe adónde va. Dijo María, Qué hemos hecho nosotros. Dijo el ángel, Fue la crueldad de Herodes la que hizo desenvainar los puñales, pero vuestro egoísmo y cobardía fueron las cuerdas que ataron los pies y las manos de las víctimas. Dijo María, Qué podía hacer yo. Dijo el ángel, Tú, nada, que lo supiste demasiado tarde, pero el carpintero podía haberlo hecho todo, avisar a la aldea de que venían de camino los soldados para matar a los niños, había tiempo suficiente para que los padres se los llevaran y huyesen, podían, por ejemplo, ir a esconderse en el desierto, huir a Egipto, a la espera de que muriese Herodes, que poco le falta ya. Dijo María, No se le ocurrió. Dijo el ángel, No, no se le ocurrió, pero eso no es disculpa. Dijo María, llorando, tú, que eres un ángel, perdónalo. Dijo el ángel, No soy ángel de perdones. Dijo María, perdónalo. Dijo el ángel, Ya te he dicho que no hay perdón para este crimen, antes sería perdonado Herodes que tu marido, antes se perdonará a un traidor que a un renegado.

3

EL PASTOR LE ACONSEJA RECURRIR AL BESTIALISMO EN CASO DE NECESIDAD EXTREMA.

Pastor movió lentamente la cabeza y dijo, En otras palabras, tu Dios es el único guardián de una prisión donde el único preso es tu Dios.

Todavía el último eco de la terrible afirmación vibraba en los oídos de Jesús cuando Pastor, ahora en tono de falsa naturalidad, volvió a hablar, Escoge una oveja, dijo, Qué, preguntó Jesús desorientado, Te digo que escojas una oveja, a no ser que prefieras una cabra, Para qué, Vas a necesitarla, si realmente no eres un eunuco. La comprensión alcanzó al muchacho con la fuerza de un puñetazo.

Peor, sin embargo, fue el vértigo de una horrible voluptuosidad que del ahogo de la vergüenza y de la repugnancia en un instante emergió y prevaleció. Se tapó la cara con las manos y dijo con voz ronca, {ésta es la palabra del Señor, Si un hombre se une a un animal, será castigado con la muerte y mataréis al animal, también dijo, Maldito el que peca con un animal cualquiera, Dijo todo eso tu Señor, Sí, y yo te digo que te apartes de mí, abominación, criatura que no eres de Dios, sino del Diablo.

 

Pastor oyó y no se movió, como si diera tiempo a que las airadas palabras de Jesús causaran todo su efecto, fuese el que fuese, terror de rayo, corrosión de lepra, muerte súbita del cuerpo y del alma.

Nada aconteció. Un viento sopló entre las piedras, levantó una nube de polvo que atravesó el desierto y después nada, el silencio, el universo callado contemplando a los hombres y a los animales, tal vez a la espera, él mismo, de saber qué sentido le atribuyen, o le encuentran, o le reconocen unos y otros, y en esa espera consumiéndose, ya rodeado de cenizas el fuego primordial, mientras la respuesta se busca y tarda, De pronto, Pastor levantó los brazos y clamó, con estentórea voz, dirigiéndose al rebaño, Oíd, oíd, ovejas que ahí estáis, oíd lo que nos viene a enseñar este sabio muchacho, que no es lícito fornicaros, Dios no lo permite, podéis estar tranquilas, pero trasquilaros, sí, maltrataros, sí, mataros, sí, y comeros, pues para eso os crió su ley y os mantiene su providencia.

4

AMOR CARNAL

Con tantos movimientos y observaciones, acabó María de Magdala de vendar el dolorido pie de Jesús, rematando con una sólida y pertinente atadura, Ya está, dijo ella, Cómo puedo agradecértelo, preguntó Jesús, y por primera vez sus ojos tocaron los ojos de ella, negros, brillantes como azabache, de donde fluía, como agua que sobre agua corriera, una especie de voluptuosa veladura que alcanzó de lleno el cuerpo secreto de Jesús. La mujer no respondió de inmediato, lo miraba, a su vez, como valorándolo, comprobando qué clase de hombre era, que de dineros ya se veía que no andaba bien provisto el pobre mozo, al fin dijo, Guárdame en tu recuerdo, nada más, y Jesús, No olvidaré tu bondad, y luego, llenándose de ánimo, No te olvidaré, Por qué, sonrió la mujer, Porque eres hermosa, Pues no me conociste en los tiempos de mi belleza, te conozco en la belleza de ahora. Se apagó la sonrisa de ella, Sabes quién soy, qué hago, de qué vivo, Lo sé, Sólo tuviste que mirarme y ya lo supiste todo, No sé nada, Que soy prostituta, Eso sí lo sé, Que me acuesto con los hombres por dinero, Sí, Eso es lo que te decía, que lo sabes todo de mí, Sólo sé eso. La mujer se sentó a su lado, le pasó suavemente la mano por la cabeza, le tocó la boca con la punta de los dedos, Si quieres agradecérmelo, quédate este día conmigo, NoNo puedo, Por qué, No tengo con qué pagarte, Gran novedad esa, No te rías de mí, Tal vez no lo creas, pero más fácilmente me reiría de un hombre que llevara bien llena la bolsa, No es sólo cuestión de dinero, Qué es, entonces. Jesús se calló y volvió la cara hacia el otro lado. Ella no lo ayudó, podía haberle preguntado, Eres virgen, pero se mantuvo callada, a la espera. Se hizo un silencio tan denso y profundo que parecía que sólo los dos corazones sonaban, más fuerte y rápido el de él, el de ella inquieto con su propia agitación. Jesús dijo, Tus cabellos son como un rebaño de cabras bajando por las laderas de las montañas de Galad. La mujer sonrió y permaneció callada. Después Jesús dijo, Tus ojos son como las fuentes de Hesebon, junto a la puerta de Bat-Rabin. La mujer sonrió de nuevo, pero no habló.

Entonces volvió Jesús lentamente el rostro hacia ella y le dijo, No conozco mujer. María le tomó las manos, Así tenemos que empezar todos, hombres que no conocían mujer, mujeres que no conocían hombre, un día el que sabía enseñó, el que no sabía aprendió, Quieres enseñarme tú, Para que tengas otro motivo de gratitud, Así nunca acabaré de agradecerte, Y yo nunca acabaré de enseñarte.

 

 

María se levantó, fue a cerrar la puerta del patio, pero primero colgó cualquier cosa por el lado de fuera, señal que sería de entendimiento para los clientes que vinieran por ella, de que había cerrado su puerta porque llegó la hora de cantar, Levántate, viento del norte, ven tú, viento del mediodía, sopla en mi jardín para que se dispersen sus aromas, entre mi amado en su jardín y coma de sus deliciosos frutos. Luego, juntos, Jesús amparado, como antes hiciera, en el hombro de María, prostituta de Magdala que lo curó y lo va a recibir en su cama, entraron en la casa, en la penumbra propicia de un cuarto fresco y limpio.

La cama no es aquella rústica estera tendida en el suelo, con un cobertor pardo encima que Jesús siempre vio en casa de sus padres mientras allí vivió, éste es un verdadero lecho como aquel del que alguien dijo, Adorné mi cama con cobertores, con colchas bordadas de lino de Egipto, perfumé mi lecho con mirra, aloes y cinamomo. María de Magdala llevó a Jesús hasta un lugar junto al horno, donde era el suelo de ladrillo, y allí, rechazando el auxilio de él, con sus manos lo desnudó y lavó, a veces tocándole el cuerpo, aquí y aquí, y aquí, con las puntas de los dedos, besándolo levemente en el pecho y en los muslos, de un lado y del otro. Estos roces delicados hacían estremecer a Jesús, las uñas de la mujer le causaban escalofríos cuando le recorrían la piel, No tengas miedo, dijo María de Magdala.

Lo secó y lo llevó de la mano hasta la cama, Acuéstate, vuelvo en seguida. Hizo correr un paño en una cuerda, nuevos rumores de agua se oyeron, después una pausa, el aire de repente pareció perfumado y María de Magdala apareció, desnuda. Desnudo estaba también Jesús, como ella lo dejó, el muchacho pensó que así era justo, tapar el cuerpo que ella descubriera habría sido como una ofensa. María se detuvo al lado de la cama, lo miró con una expresión que era, al mismo tiempo, ardiente y suave, y dijo, Eres hermoso, pero para ser perfecto tienes que abrir los ojos. Dudando los abrió Jesús, e inmediatamente los cerró, deslumbrado, volvió a abrirlos y en ese instante supo lo que en verdad querían decir aquellas palabras del rey Salomón, Las curvas de tus caderas son como joyas, tu ombligo es una copa redondeada llena de vino perfumado, tu vientre es un monte de trigo cercado de lirios, tus dos senos son como dos hijos gemelos de una gacela, pero lo supo aún mejor, y definitivamente, cuando María se acostó a su lado y, tomándole las manos, acercándoselas, las pasó lentamente por todo su cuerpo, cabellos y rostro, el cuello, los hombros, los senos, que dulcemente comprimió, el vientre, el ombligo, el pubis, donde se demoró, enredando y desenredando los dedos, la redondez de los muslos suaves, y mientras esto hacía, iba diciendo en voz baja, casi en susurro, Aprende, aprende mi cuerpo. Jesús miraba sus propias manos, que María sostenía, y deseaba tenerlas sueltas para que pudieran ir a buscar, libres, cada una de aquellas partes, pero ella continuaba, una vez más, otra aún, y decía, Aprende mi cuerpo, aprende mi cuerpo, Jesús respiraba precipitadamente, pero hubo un momento en que pareció sofocarse, eso fue cuando las manos de ella, la izquierda colocada sobre la frente, la derecha en los tobillos, iniciaron una lenta caricia, una en dirección a la otra, ambas atraídas hacia el mismo punto central, donde, una vez llegadas, no se detuvieron más que un instante, para regresar con la misma lentitud al punto deAhora María de Magdala le enseñaba, Aprende de mi cuerpo, y repetía, pero de otra manera, cambiándole una palabra, Aprende tu cuerpo, y él lo tenía ahí, su cuerpo, tenso, duro, erecto, y sobre él estaba, desnuda y magnífica, María de Magdala, que decía, Calma, no te preocupes, no te muevas, déjame a mí, entonces sintió que una parte de su cuerpo, esa, se había hundido en el cuerpo de ella, que un anillo de fuego lo envolvía, yendo y viniendo, que un estremecimiento lo sacudía por dentro, como un pez agitándose, y que de súbito se escapaba gritando, imposible, no puede ser, los peces no gritan, él, sí, era él quien gritaba, al mismo tiempo que María, gimiendo, dejaba caer su cuerpo sobre el de él, yendo a beberle en la boca el grito, en un ávido y ansioso beso que desencadenó en el cuerpo de Jesús un segundo e interminable estremecimiento. Durante todo el día nadie llamó a la puerta de María de Magdala. Durante todo el día, María de Magdala sirvió y enseñó al muchacho de Nazaret que, sin conocerla ni para bien ni para mal, llegó hasta su puerta pidiéndole que lo aliviara de los dolores y curase de las llagas que, pero eso no lo sabía ella, nacieron de otro encuentro, en el desierto, con Dios. Dios le dijo a Jesús, A partir de hoy me perteneces por la sangre, el Demonio, si lo era, lo despreció, No aprendiste nada, vete, y María de Magdala, con los senos cubiertos de sudor, el pelo suelto que parecía echar humo, la boca túmida, ojos como de agua negra, No te unirás a mí por lo que te enseñé, pero quédate esta noche conmigo. Y Jesús, sobre ella, respondió, Lo que me enseñas no es prisión, es libertad. Durmieron juntos, pero no sólo aquella noche.

 

CANTAR DE LOS CANTARES

Cuando despertaron alta ya la mañana, y después de que, una vez más, sus cuerpos se buscaran y se hallaran, María miró la herida del pie de Jesús, Tiene mejor aspecto, pero todavía no deberías irte a tu tierra, te va a dañar el camino con ese polvo, No puedo quedarme, y si tú misma dices que estoy mejor, Puedes quedarte, el caso es que quieras, en cuanto a la puerta del patio, va a estar cerrada todo el tiempo que lo deseemos, Tu vida, Mi vida, ahora, eres tú, Por qué, Te responderé con palabras del rey Salomón, mi amado metió su mano en la abertura de la puerta y mi corazón se estremeció, Y cómo puedo ser yo tu amado si no me conoces, si soy sólo alguien que vino a pedirte ayuda y de quien tuviste pena, pena de mis dolores y de mi ignorancia, Por eso te amo, porque te he ayudado y te he enseñado, pero tú no podrás amarme a mí, pues no me enseñaste ni me ayudaste, No tienes ninguna herida, La encontrarás si la buscas, Qué herida es, Esa puerta abierta por donde entraban otros y mi amado no, Dijiste que soy tu amado, Por eso se cerró la puerta después de que tú entraras, No sé qué puedo enseñarte, a no ser lo que de ti he aprendido, Enséñame también eso, para saber cómo es aprenderlo de ti, No podemos vivir juntos, Quieres decir que no puedes vivir con una prostituta, Sí, Mientras estés conmigo, no seré una prostituta, no lo soy desde que aquí entraste, en tus manos está el que siga siéndolo o no, Me pides demasiado, Nada que no puedas darme por un día, dos días, el tiempo que tu pie tarde en curarse, para que después se abra otra vez mi

sábado, 3 de mayo de 2025

EL HOMBRE MODERNO EN BUSCA DE SU ALMA

 

 

1933

EL HOMBRE MODERNO EN BUSCA DE SU ALMA.

ERMG

El libro está conformado por   una serie de conferencias dictadas por Carl Jung.

 


 

 

 

 

 

1

Jung analiza los siguientes tópicos:

a.      Gnosticismo.

b.     Teosofía.

c.      Filosofía oriental.

d.     Espiritualidad.

e.      Psicología analítica.

f.      Literatura.

g.     Psicoanálisis y religión.

h.     Las neurosis.

i.       Los sueños.

j.       El arte.

k.     La historia.

2

 El inconsciente colectivo está conformado por los arquetipos.

3

La psicología analítica ayuda al paciente a buscar sus sombras para incorporarlas a su vida de manera beneficiosa.

4

El terapeuta debe ayudar a interpretar los sueños. No existen reglas absolutas para ellos. Cada caso tiene sus peculiaridades.

5

Hay dos tipos de personalidades: las extravertidas y las introvertidas.

 

6

Las cuatro funciones de la mente son:

a.      Pensamientos.

b.     Sentimientos.

c.      Sensaciones.

d.     Intuiciones.

7

La psicología analítica pretende desarrollar el espíritu.

 

8

La modernización es contraria a la espiritualidad.

9

El inconsciente crea la conciencia.

10

Hay que tomar en cuenta las experiencias no racionales.

 

 

domingo, 27 de abril de 2025

RESPUESTA A JOB.

 

 

1952

RESPUESTA A JOB.



ERMG

En Respuesta a Job, Carl Gustav Jung critica severamente a Jehová y compara su comportamiento con otras deidades, sistemas mitológicos y religiosos. Todos son hijos de Dios, tanto Lucifer como Job. El primero reta a Dios, y este acepta el reto. Pero el hombre, Job, es quien sufre las consecuencias de esta competencia.

El análisis lo hace Jung en el marco de sus teorías sobre los arquetipos y el inconsciente colectivo.

A través del libro de Job, Jung hace una crítica general (psicológica, anímica y moral) de toda la Biblia.

 

domingo, 20 de abril de 2025

FREUD Y EL PSICOANÁLISIS

 

1906-1913

FREUD Y EL PSICOANÁLISIS.


Es un libro de Jung, compuesto de varios artículos sobre el psicoanálisis, publicados entre 1906 y 1913.

Como señala el propio Freud, la historia del psicoanálisis se divide en dos períodos: entre la ruptura con Josef Breuer, la «prehistoria catártica», y el contacto con Jung.

TEMAS

La doctrina de Freud acerca de la histeria: réplica a la crítica de Aschaffenburg (1906)

La teoría freudiana de la histeria (1908)

El análisis de los sueños (1909)

Una contribución a la psicología del rumor (1910/1911)

Una contribución al conocimiento de los sueños con números (1910/1911)

Reseña crítica de Morton Prince, M.D., «The Mechanism and Interpretation of dreams» (1911)

Acerca de la crítica al psicoanálisis (1910)

Acerca del psicoanálisis (1912)

Ensayo de exposición de la teoría psicoanalítica (1913/1955)

Aspectos generales del psicoanálisis (1913)

Sobre psicoanálisis (1916)

Cuestiones psicoterapéuticas actuales (Correspondencia C. G. Jung/R. Loÿ) (1914)

Prólogos a los Collected Papers on Analytical Psychology (1916/1917/1920)

El significado del padre para el destino del individuo (1909/1949)

Introducción al libro de W. M. Kranefeldt Die Psychoanalyse (1930)

La contraposición entre Freud y Jung (1929)

INTERESANTE

Es muy interesante la comparación que hace Jung del psicoanálisis con la confesión, uno de los sacramentos de la Iglesia.