LA SUPREMACÍA DE LA VOLUNTAD
Edgardo Malaspina
1
Arthur
Schopenhauer (1788-1860) es uno de los filósofos más importantes del siglo XIX.
Su pensamiento marcó a otros filósofos como Nietzsche. Era ateo, pero
simpatizaba con el cristianismo. Más bien era agnóstico. Sus razonamientos son
muy sencillos; y la columna vertebral de los mismos es la fuerza de voluntad.
La voluntad en la naturaleza y en la condición humana: una célula (fagocito) se
come a otra por esa fuerza de voluntad, y un hombre alcanza el poder por la
misma causa. El motor que todo lo mueve es ese: la voluntad.
2
Los
libros son gruesos y las doctrinas y lecciones de ética resultan inútiles y
fastidiosas.
3
Asno
es aquel que escribe compendios y con la tranquilidad de los imbéciles cree haber fundado la ética por haberse
basado en la “ley moral”.
4
El
hombre se diferencia del animal en que puede terminar con sus sufrimientos a
través del suicidio.
5
El
verdadero centro del hombre, único elemento metafísico e indestructible, es la
voluntad.
6
No
es cierto que enseñando se aprenda, y sí lo es que enseñando siempre, no se
aprende nada.
7
Es
posible que un hombre se conduzca de forma reflexiva, ordenada, metódica,
circunspecta y consecuente y al mismo tiempo, adhiera a las reglas más egoístas
e injustas y perversas.
8
El
hombre recurre al suicidio cuando su desgracia es tan enorme que derrota al
instinto de conservación.
9
Sentimos
compasión hacia el sufrimiento de los animales para ejercitarnos en la
compasión hacia nuestros semejantes.
10
El
hombre no es libre en cada uno de sus actos. Eso sólo lo creen los ignorantes.
11
En
muchos casos, los actos caritativos tiene por principio la ostentación.
12
Hay
que enseñarles a los jóvenes que el mundo está lleno del mal.
13
El
hombre, como todos los animales, tiene como motivo fundamental el egoísmo, es
decir, el deseo de estar bien.
14
Más
de un hombre sería capaz de matar a un semejante, simplemente para lustrarse
las botas con la grasa del muerto.
15
Las
explosiones de cólera sacan su fuerza del mismo modo que la pólvora del fúsil:
por estar comprimida mucho tiempo en forma de odio e incubada en secreto. (Es
una definición del estrés ante de que Selye definiera el término. EM)
16
No
sentimos simpatía directa por el bienestar del prójimo, en cambio sí lo hacemos
por sus dolores.
17
La
ingratitud es odiosa, pero el agradecimiento no es un deber porque quien olvida
no es injusto con el prójimo, no le causa un daño. Si así no fuese, debiéramos
decir que en el fondo, el bienhechor estaba pensando en hacer un negocio.
18
Tengo derecho a mentir cuando se me pregunte
algo sin mi autorización.
19
Tengo
derecho a guardar el secreto de lo que conozco y que carrearía el desprecio de
otro.
20
Mi
oración preferida es de los antiguos indios: “Que sea libre de sufrimiento todo lo que tenga vida”,
21
Los
envidiosos detestan nuestra prosperidad, pero se vuelven tiernos y nos
consuelan cuando nos arruinamos.
22
El
odio se combate con la piedad.
23
Los
animales son más agradecidos que los hombres.
24
Quien
es malo con un animal, no es una persona de bien.
25
El
hombre se vuelve peor con el paso del tiempo, por eso confiamos más en los
jóvenes.
26
El
hombre generoso perdona al enemigo.
27
Damos
limosnas porque pensamos que podemos ser nosotros mismos los necesitados.
28
La
libertad es negativa porque supone la falta de obstáculos.
29
Quien
titubea cuando le ofrezcan diez monedas
como soborno, claudicará cuando le ofrezcan cien.
30
Las
fuerzas naturales no tienen explicación, pero son el principio de toda
explicación.
31
Las
armas del filósofo no son las autoridades, sino los argumentos.
32
La
embriaguez debilita el pensamiento pero acrecienta la energía de la voluntad.
33
Hay
tranquilidad cuando hablamos de una obra de arte, de poesía, de música.
34
La
poesía es el arte de poner en juego la fantasía en forma de palabras.
35
El
mono es la caricatura del hombre.
36
Los
dones poéticos son para los días festivos y no para los destinados al trabajo.
37
La
música es el lenguaje universal.
38
La
música es la melodía, el texto es el mundo.
39
Los
bailes están más dirigidos a la lujuria
que al placer estético.
40
El
novelista no debe contar acontecimientos importantes, debe hacer interesantes
los pequeños.
41
La
vida es breve y le espera una sola cosa: el olvido.
42
El
origen de las guerras es uno: el afán de robar.
43
Con
el paso del tiempo, la justicia llega para todos, pero llega demasiado tarde.
44
Para
defenderse de la envidia se inventó la modestia.
45
Una
gloria que se alcanza rápidamente es sospechosa
46
La
obra del filósofo no proporciona entretenimiento sino instrucción. Pero exige
conocimientos anteriores y esfuerzos por parte del lector.
47
El
tribunal de la posteridad puede
funcionar porque para entonces, disminuyeron la envidia y la lisonja ruin y
llegó el momento de la comprensión.
48
La
gente se da cuenta que tenía que escuchar a alguien, cuando este ya no existe.
49
Descartes
estableció el problema de la filosofía: lo real y lo ideal.
50
Sin
la verdad no existe arte que pueda llamarse así.
51
Todas
las inclinaciones tienen sus raíces en
el instinto sexual.
52
No
es tan bella la hermosura sin juventud.
53
Las
alas de Cupido representan la desilusión que sigue al deseo satisfecho.
54
La
muerte es el genio inspirador de la filosofía…si no existiera, probablemente,
no habría filósofos.
55
Sólo
el mal es positivo, porque nos hace sentir. El bien es negativo porque suprime
el deseo.
56
En
la vida cotidiana, el domingo es sinónimo de aburrimiento, y los seis días de la semana, de miseria.
57
Si
al mundo lo hizo Dios, no quiero ser Dios. La miseria del mundo me lastimaría
el corazón.
58
El
mundo lo hizo un demonio que interrumpió el sagrado reposo de la nada para
hacer brotar penas y angustias.
59
Los
médicos ven a los hombres en toda su debilidad, el juez en toda su perversión y
el teólogo en toda su necedad
60
Se
me hace placentero vivir con mi perro. Su ser es transparente. Si no hubiera
perros no me interesaría vivir.
61
Tal
vez digan que mi filosofía no tiene consuelo, y es porque digo la verdad,
mientras que a la gente le gusta oír que “Dios nuestro señor ha hecho bien todo
lo que hizo”. Entonces digo:!Vayan a la iglesia y dejen en paz a los filósofos”.
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