FILOSOFÍA

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martes, 27 de agosto de 2024

BREVIARIO DE PODREDUMBRE

 

 

1949

 

BREVIARIO DE PODREDUMBRE

ERMG


En el prólogo de Fernando Savater, del 2015,  se destaca lo siguiente:

 

—El hombre es un animal ávido de creencias, de seguridades, de paliativos, y consigue todo eso merced al lenguaje. Pero sus creencias son deleznables, sus seguridades ilusorias, sus paliativos risibles.

—El pensamiento escéptico desarticula el montaje verbal que enfatiza, para bien o para mal, la raída realidad de las cosas.

—Cioran sabe que si se asiente a Nerón o a Juliano no puede rechazarse al modesto funcionario gubernamental en quien hoy perviven, sin placer ni entusiasmo, los crímenes antiguos; la Historia se acepta o se rechaza en bloque.

—Las exhortaciones positivas de Cioran son siempre irónicas; cuando recomienda algo es siempre lo imposible o lo execrable.

—Lo que Cioran dice es lo que todo hombre piensa en un momento de su vida, al menos en uno, cuando reflexiona sobre las Grandes Voces que sustentan y posibilitan su existencia.

—Las palabras se han mostrado ya como vacías o podridas; por un momento, hemos visto, inapelablemente, lo que alienta tras esas voces consagradas: «justicia», «verdad», «Inmortalidad», «Dios», «Humanidad, «Amor», etc..., ¿cómo podríamos de nuevo repetirlas con buen ánimo, sin consentir vergonzosamente en el engaño?

—No tiene Cioran vocación de curandero, de saludador: no puede ser moralista.

— Expresión, reflexión, ironía: aquí está la obra de E. M. Cioran.

Pongámonos del lado de la risa,de la sonrisa inspirada, al borde del estallido, de la carcajada refrenada en estilo: en esto está la maestría del de Cioran.

—El humor rescata a Cioran del sermón de los ejercicios espirituales.

—El humor preserva y confirma la reversibilidad del discurso, su circularidad; lo que puede volver sobre sí mismo, lo que necesaria -libremente- por azar retorna, escapa a lo dogmático: la ironía nos resguarda de la Iglesia.

— Cioran no se deja etiquetar a la primera y la división del trabajo no puede por menos de resentirse. En realidad, ningún género se le ajusta convincentemente: a lo que más podría parecerse es a los manuales de meditación o a los libros de horas: libro de horas del horror, de la infinita finitud de las horas...

—Pongamos -¿solo por afán de provocar?- que lo que hace Cioran es verdadera filosofía, con tanto derecho a ser llamada tal como lo tenía la de Diógenes frente a la de Platón.

—La historia de la filosofía la han escrito los sistemáticos: urge una apología del sofista. ¿Y si la Verdad está del lado de los que renunciaron expresamente a ella? El Sistemático-científico insistirá en el carácter subjetivo del discurso fragmentario de Cioran: «Tú lo ves todo negro, aquél puede verlo todo color de rosa, con la misma razón. Sólo el Sistema da cuenta de una y otra postura.»

—El Sistema acusará a Cioran de contradicciones, de incoherencia, de escribir cada fragmento como si no hubiera escrito nada más; pero la coherencia que él busca es otra que la de la sencilla solidaridad de las palabras domesticadas: azuzando unas palabras contra otras pretende más bien la plena liberación de las fuerzas que las palabras ocultan o postergan.

—Pensador ahistórico, espléndidamente aislado, sin escuela ni progenie, la figura de E. M. Cioran aparece con creciente frecuencia en el Mar de los Sargazos de la cultura contemporánea.

—Le llamé en algún sitio «nihilista» y me repuso: «No estoy muy seguro de ser nihilista. Soy más bien un escéptico al que tienta, de cuando en cuando, otra cosa que la duda».

 

 

 

 

 

FRASES QUE ME GUSTARON

1

No siempre estoy triste; luego, no siempre pienso.

2

La función de los ojos no es ver, sino llorar.

3

El hombre es un gorila que perdió sus pelos, y los sustituyó por ideas.

4

Un creyente es un loco, pero su locura es legal.

5

La disfunción de los órganos determina la creatividad del espíritu.

6

Hay más suavidad en el vicio que en la moral.

7

Toda idea para la salvación termina en la guillotina.

8

San Pablo simboliza el triunfo de la epilepsia sobre cinco siglos de filosofía.

9

La enfermedade es el fruto supremo de la santidad.

10

Nada supera las delicias del ocio.

11

La filosofía y la poesía se dan la mano.

12

El sol oscurece los pensamientos.

13

La vida sustituyó a la nada, y la Historia sustituyó a  la vida.

14

El espíritu descubre la Identidad; el alma, el Hastío; el cuerpo; la Pereza. Es un mismo principio de invariabilidad, expresado diferentemente bajo las tres formas del bostezo universal.

15

Me basta escuchar a alguien hablar sinceramente de ideal, de porvenir, de filosofía, escucharle decir «nosotros», con una inflexión de seguridad, invocar a los «otros» y sentirse su intérprete, para que le considere mi enemigo.

16

Es difícil formular un juicio sobre la rebelión del menos filósofo de los ángeles, sin mezclar en él simpatía, asombro y reprobación. La injusticia gobierna el universo.

17

Todo lo que se construye, todo lo que se deshace, lleva la huella de una fragilidad.

18

Si la filosofía no hubiera hecho ningún progreso desde los presocráticos, no habría ninguna razón para quejarse. Hartos del fárrago de los conceptos, acabamos por advertir que nuestra vida se agita siempre en los elementos con los que ellos constituían el mundo, que son la tierra, el agua, el fuego y el aire los que nos condicionan, que esta física rudimentaria delimita el marco de nuestras pruebas y el principio de nuestros tormentos.

19

Puesto que la vida no puede realizarse más que en la individuación -fundamento último de la soledad- cada ser está necesariamente sólo por el hecho de que es individuo.

20

Quise amar la tierra y el cielo, sus hazañas y sus fiebres, y no encontré nada que no me recordase la muerte: ¡flores, astros, rostros, símbolos de marchitamiento, losas virtuales de todas las tumbas posibles!

***

Nuestro destino es pudrirnos con los continentes y las estrellas, pasearemos, como enfermos resignados, y hasta el final de las edades, la curiosidad por un desenlace previsto, espantoso y vano.

 

 

sábado, 24 de agosto de 2024

DEL INCONVENIENTE DE HABER NACIDO

 

 

 

 

 

  

1973

 

DEL INCONVENIENTE DE HABER NACIDO

Edgardo Rafael Malaspina Guerra

I

Midas pregunta a Sileno:

—¿Qué es lo mejor para el ser humano?

Sileno contesta:

—Miserable especie de un día, hijo del azar y del cansancio, ¿por qué me obligas a decir lo que para ti sería mejor no escuchar. Lo mejor de todo es totalmente inalcanzable para ti. Es no haber nacido. No ser. Ser nada. Y lo mejor en segundo lugar para ti es morir pronto.

(Nietzsche, El nacimiento de la tragedia,1872)

II

Haber nacido es la verdadera tragedia. A partir de la fecha de nacimiento, devienen las otras tragedias de la existencia.

III

A mis estudiantes les decía: Celebrar el cumpleaños, es celebrar que te acercas al final, a la tumba.

IV

FRASES QUE ME LLAMARON LA ATENCIÓN

1

No corremos hacia la muerte; huimos de la catástrofe del nacimiento.

2

La única, la verdadera mala suerte: nacer. Se remonta a la agresividad, al principio de expansión y de rabia aposentado en los orígenes, en el impulso hacia lo peor. No es de extrañar que todo ser venido al mundo sea un maldito.

3

Cuando uno ha agotado el interés que tenía por la muerte, y da por concluido el asunto, retrocede hasta el nacimiento, y se dispone a afrontar un abismo, también inagotable...

4

A medida que los años pasan, decrece el número de seres con quienes puede uno entenderse.

5

No me perdono el haber nacido. Es como si, al insinuarme en este mundo, hubiese profanado un misterio, traicionado algún compromiso de magnitud, cometido una falta de gravedad sin nombre. Pero a veces soy menos tajante: nacer me parece una calamidad que, de no haberla conocido, me tendría inconsolable.

6

Cuando pienso en tantos amigos que ya no existen, siento lástima por ellos. Sin embargo, no resultan tan dignos de compasión, pues han resuelto todos sus problemas, empezando por el de la muerte.

7

Si, antaño, frente a un muerto me preguntaba: «¿De qué le sirvió nacer?», hoy me pregunto lo mismo ante cualquiera que esté vivo.

8

Con respecto a la muerte oscilo sin cesar entre el «misterio» y la «nada», entre las Pirámides y la Morgue.

9

La idea de la muerte ayuda a todo, salvo a morir.

10

Es mucho más fácil avanzar con vicios que con virtudes. Los vicios, acomodaticios por naturaleza, se ayudan, son indulgentes unos con otros; en cambio, las virtudes, celosas, se combaten y se anulan, y muestran en todo su incompatibilidad y su intolerancia.

11

Solamente se deberían escribir libros para decir cosas que uno no se atrevería a confiar a nadie.

12

Ninguna originalidad literaria es posible si no se tortura, si no se machaca el lenguaje. Otra cosa sucede si uno se atiene a la expresión de la idea como tal. Es este un sector donde las exigencias no han variado desde los presocráticos.

13

Siempre que no pienso en la muerte, tengo la impresión de trampear, de engañar a alguien dentro de mí.

14

Más de una vez me ha ocurrido salir de casa porque, de haberme quedado, no estaba seguro de poder resistir a alguna resolución súbita. La calle es más tranquilizadora porque se piensa menos en uno mismo, y porque en ella todo se debilita y se deteriora, empezando por las angustias.

15

Frases de mi hermano a propósito de los trastornos y las enfermedades que padeció nuestra madre: «La vejez es la autocrítica de la naturaleza.»

16

La conciencia es algo más que la espina, es el puñal en la carne.

17

Sólo acostados se puede pensar en la eternidad.

18

Los dolores imaginarios son, con mucho, los más reales, ya que se les necesita constantemente y se inventan porque no es posible prescindir de ellos.

19

Cuanto más entrado en años está uno, más habla de su propia desaparición como de un acontecimiento lejano, altamente improbable.

20

Aquel que teme al ridículo no irá nunca muy lejos ni para bien ni para mal; permanecerá más acá de sus talentos, y, aunque tenga genio, estará condenado a la mediocridad.

21

No permanece sino lo que ha sido concebido en la soledad, de cara a Dios, se sea o no creyente.

22

Perdimos al nacer lo mismo que perderemos al morir. Todo.

23

En los tiempos en que durante meses viajaba en bicicleta a través de Francia, mi mayor placer era detenerme en los cementerios rurales, tenderme entre dos tumbas y fumar durante horas. La considero la época más activa de mi vida.

24

Hubo un tiempo en que cada vez que sufría una afrenta, para alejar de mí cualquier asomo de venganza, me imaginaba bien tranquilo en mi tumba. Y en seguida me ablandaba. No desdeñemos tanto nuestro cadáver: puede sernos útil a veces.

25

No es posible decir nada de nada. Por ello es ilimitada la cantidad de libros.

26

Los hijos se vuelven, deben volverse contra sus padres, y los padres no pueden hacer nada, pues están sometidos a una ley que rige las relaciones de los seres vivos en general, a saber: que cada cual engendra a su propio enemigo.

27

Si se quiere conocer un país, deben leerse sus escritores de segunda fila, pues son los únicos que reflejan su verdadera naturaleza. Los otros denuncian o transfiguran la nulidad de sus compatriotas: no quieren ni pueden situarse al mismo nivel que ellos. Son testigos sospechosos.

28

Faltos de ocupación, los viejos parecen querer resolver algo muy complicado y dedicar a ello todas las facultades de que aún disponen. Esa es quizá la razón por la cual no se suicidan en masa como deberían hacerlo si estuviesen un poquitín menos absortos.

29

El monje errante es lo mejor que ha habido hasta ahora. Llegar a no tener a qué renunciar. Ese debería ser el sueño de todo espíritu desengañado.

30

La franqueza no es compatible con un sentimiento delicado, ni siquiera con una exigencia ética.

31

Cuando me preocupa un poco más de la cuenta el no poder trabajar, me digo que bien podría estar muerto y que entonces trabajaría aún menos...

32

Para vencer la perturbación o una inquietud tenaz, no hay nada como imaginar el propio entierro. Método eficaz y al alcance de todos. Para no tener que recurrir muy a menudo él durante el día, lo mejor es probar sus beneficios desde el despertar. O no utilizarlo más que en momentos excepcionales, como el Papa Inocencio IX quien, habiendo encargado un cuadro en el  que se representaba en su lecho de muerte, lo miraba cada vez que tenía que tomar una decisión importante.

33

De joven, mi placer era crearme enemigos. Hoy, en cuanto tengo uno, mi primer impulso es el de reconciliarme con él para no tener que preocuparme más. Tener enemigos es una responsabilidad. Mi carga me basta, ya no puedo llevar la de los demás.

34

El hombre acepta la muerte, pero no la hora de su muerte. Morir cuando sea, salvo cuando haya que morir.

35

Una sola cosa importa: aprender a ser perdedor.

36

Los romanos de la decadencia sólo apreciaban lo que más habían despreciado en tiempos de su vigor: el ocio griego (otium graecum).

37

Sólo tiene convicciones, quien no ha profundizado en nada.

38

Con el tiempo, nada es ya bueno ni malo. El historiador, que se pone a juzgar el pasado, hace periodismo en otro siglo.

39

Cuando mi cuerpo me falla me pregunto cómo luchar, con semejante carroña, contra la dimisión de los órganos.

40

En cuanto uno empieza a desear, cae bajo la jurisdicción del Demonio.

 

 

miércoles, 21 de agosto de 2024

UN RELATO BUDISTA SOBRE LA RESIGNACIÓN ANTE LA MUERTE


 

 


 

UN RELATO BUDISTA SOBRE LA RESIGNACIÓN ANTE LA MUERTE

 

EL GRANO DE MOSTAZA.

Una mujer, deshecha en lágrimas, se acercó hasta Buda y, con voz angustiada y entrecortada, le explicó:

 —Señor, una serpiente venenosa ha mordido a mi hijo y va a morir. Dicen los médicos que nada puede hacerse ya.

—Buena mujer, ve a ese pueblo cercano y toma a un grano de mostaza negra de aquella casa en la que no haya habido ninguna muerte. Si me lo traes, curaré a tu hijo.

La mujer fue de casa en casa, inquiriendo si había alguna muerte, y comprobó que no había ni una sola casa donde no se hubiera producido alguna. Así que no pudo pedir el grano de mostaza y llevárselo al Buda.

Al regresar, dijo:

— Señor, no he encontrado ni una sola casa en la que no hubiera habido alguna muerte.

Y con infinita ternura, el Buda dijo:

— ¿Te das cuenta, buena mujer? Es inevitable. Anda, ve junto a tu hijo y, cuando muera, entierra su cadáver.

El Maestro dice: Todo lo compuesto, se descompone; todo lo que nace, muere. Acepta lo inevitable con ecuanimidad.


miércoles, 7 de agosto de 2024

LA CAÍDA EN EL TIEMPO

 

1966

 

LA CAÍDA EN EL TIEMPO

Edgardo Rafael Malaspina Guerra



En este quinto libro, Cioran aborda diferentes temas como el miedo a la muerte

 

 

 

EL MIEDO MÁS ANTIGUO

(A PROPÓSITO DE TOLSTÓI)

 

 

 

Este ensayo es un análisis de La muerte de Iván Illich ( 1886 ) de Lev Tolstói.

 

1

 La naturaleza se ha mostrado generosa sólo con aquellos a quienes ha otorgado el privilegio de no pensar en la muerte. Los otros están a merced del más antiguo y corrosivo de los miedos, sin que la naturaleza les haya ofrecido, o al menos sugerido, los medios para curarse de él.

2

¿Acaso no hay una falta de elegancia en el temor a la muerte?

3

Mientras más dotado es un escritor, tanto más empeño pone en colocar a sus personajes en situaciones sin salida; los persigue, los tiraniza, los obliga a afrontar todos los detalles del impasse o de la agonía.

4

 En la metafísica no hay lugar para el cadáver. Ni, por otra parte, para el ser vivo.

5

Sin la enfermedad, Ivan Illich, espíritu ordinario, realmente no tendría ningún relieve, ninguna consistencia. Es ella quien, al destruirlo, le confiere una dimensión de ser.

6

 La verdadera vida empieza y se termina con la agonía.

7

 Aspirar a la sabiduría es querer vencer el  temor a la muerte lo más pronto posible.

8

La idea de la muerte, a la cual fue sensible Tolstói desde su infancia, no tiene en sí la morbidez que adquirirá con la obsesión, profundización indebida de esta idea que se vuelve funesta para vivir.

9

Existir sólo tiene sabor si uno se mantiene en una embriaguez gratuita, en ese estado de ebriedad que, al faltar, despoja al ser de lo positivo.

10

Iván Illich quería que le tuvieran lástima y que lo compadecieran.

11

Buda abandonó joven a su familia. Tolstói tuvo que aguardar la decrepitud para llevar a cabo una huida espectacular y penosa.

12

Tolstói describe la agonía de Iván Ilich con precisión clínica.

 

 

lunes, 5 de agosto de 2024

VIVIMOS PARA MIRAR EL SUELO

 


ENSAYO SOBRE CIORAN (1992)

 

ENSAYO SOBRE CIORAN (1992)

Edgardo Rafael Malaspina Guerra


El joven Fernando Savater empezó a escribir sobre Emil Cioran, y la critica le respondió que ese era un filósofo inexistente, producto de la imaginación de Savater. Cioran respondió: ¡Por favor, no desmienta ese rumor!

En el prólogo del ensayo, Savater afirma que le desagradan la seriedad académica de los profesores de su filosofía. Una manera de sugerir que su trabajo tratará de ser lo más esclarecido posible. La enseñanza es más que la transmisión de órdenes y supersticiones.

En la carta prefacio, Cioran afirma que ha leído muchos autores por no haber practicado ningún oficio, y continúa:

—Todo lo que he descrito es el fruto de las circunstancias, de azares, de conversaciones, de rumias nocturnas, de crisis, de batimiento más o menos cotidianas, de obsesiones intolerables.

Mi estado de salud, afortunadamente malo, es responsable de mis pensamientos.

—Le debo todo a una catástrofe: el insomnio. Tuve la suerte de no poder dormir.

—¿Quién es filósofo? El primero que llegué roído por interrogaciones esenciales.

—El mayor filósofo que conocí fue un mendigo. Se hacía preguntas sobre la vida, el mal,  Dios...

—La ventaja de no tener domicilio es desaparecer sin dejar huellas. Ese es el privilegio del mendigo.