EL LIBRO ROJO
Edgardo Rafael Malaspina Guerra
1
El
libro rojo fue escrito por Jung entre 1914 y 1930; y fue publicado en el 2009. Es una especie de
diario o anotaciones de proyector para desarrollar más tarde. En este libro hay
poesía(“Nadie entiende esto, solo algunos poetas, solo ellos me comprenderán”,
escribió Jung) frases luminosas y
metáforas. A veces se parece al Apocalipsis, por el lenguaje profético, crítico.
Es también es un libro de filosofía, historia, mitología, psicología,
sueños y literatura en general. Es
autobiográfico. Contiene dibujos, hechos por el propio Jung, que lo llamó Liber Novus. El libro original está en la Biblioteca del Congreso de Estados
Unidos.
2
El
contenido de estos apuntes le sirvieron a Jung para indagar sobre el inconsciente
colectivo, los arquetipos, los tipos psicológicos y el proceso de
individuación, y psicoterapia.
3
Jung
escribió el libro con su técnica de imaginación activa: soñaba despierto con el
anciano Elías (Filemón) y Salomé (ánima), una mujer joven. En las visiones
estuvo presente una serpiente negra.
4
Filemón
representa la sabiduría y los mitos. Las imágenes son el inconsciente colectivo.
5
Jung
llevó primero los Libros Negros, de cuyo material se nutrió el Libro rojo.
6
ALGUNAS
FRASES QUE ME LLAMARON LA ATENCIÓN.
1
Los
años en los que seguí a mis imágenes internas fueron la época más importante de
mi vida y en la que se decidió todo lo esencial.
2
“Este
libro precioso, semejante a un manuscrito medieval, embellecido con iniciales
historiadas e ilustraciones insólitas, intenta recrear un espacio simbólico”. (B
e r n a r d o N a n t e).
3
“El
hombre actual ya no es capaz de crear fábulas. Por ello se le escapan muchas cosas,
pues es importante y saludable hablar también de cosas inaccesibles”.
4
La
palabra correcta sana, la palabra racional enferma.
5
El
rol de Filemón en la obra de Jung presenta analogías con el de Zaratustra en la
obra de Nietzsche y el de Virgilio en la de Dante.
6
Debéis
llevar monasterios en vosotros mismos. El desierto está en vosotros.
7
Estamos
parados sobre las piedras afiladas de la miseria y la muerte.
8
Tu
altura es tu propia montaña que te pertenece a ti y solo a ti. Ahí estás en tu
ser individual y vives tu vida más propia. Si vives tu vida más propia, entonces no vives la vida común.
9
Quien
se encuentra en la vida común, percibe con espanto la muerte.
10
La
palabra creó el mundo y existía antes que él.
11
Necesitamos
el frío de la muerte para ver claramente. La vida quiere vivir y morir,
comenzar y terminar. No estás obligado a vivir eternamente, sino que también
puedes morir, pues hay una voluntad en ti para ambas cosas. La vida y la muerte
tienen que mantener la balanza en tu existencia.
12
Si
acepto la muerte, entonces enverdece mi árbol, pues la muerte incrementa la
vida. ¡Cuánto
necesita de la muerte nuestra vida!
13
La
alegría por las cosas más pequeñas recién te llega cuando has aceptado la muerte.
Pero si miras ávidamente todo aquello que aún podrías vivir, entonces nada es
lo suficientemente grande para tu gozo y las cosas más pequeñas que
permanentemente te rodean ya no te resultan una alegría. Por eso reflexiono
sobre la muerte, pues ella me enseña a vivir.
14
Cuando
acoges la muerte en ti, entonces es ciertamente como una noche escarchada y un
inquietante presentimiento, mas es una noche escarchada en un viñedo lleno de
uvas dulces. Pronto te alegrarás de tu riqueza.
15
La
muerte madura. Se necesita la muerte para poder cosechar frutos. Sin la muerte
la vida no tendría sentido, pues lo longevo se vuelve a anular a sí mismo y
niega su propio sentido. Para ser y para disfrutar de tu ser necesitas la
muerte y la limitación hace que puedas cumplir tu ser.
16
Cuando
había visto la muerte y todo lo espantosamente sublime que reposa alrededor de
ella, y yo mismo me había convertido en la noche y en hielo, se alzaron en mí
una vida y una actividad fastidiosas. Mi sed por las bramantes aguas del saber
más profundo comenzó a tintinear con copas de vino.
17
Caminé
al sur y encontré el insoportable ardor de estar solo conmigo mismo. Caminé
hacia el norte y encontré la fría muerte que muere todo el mundo.
18
El
hombre se encuentra entre la plenitud y el vacío.
19
El
fuerte tiene dudas, pero la duda tiene al débil.
20
Si
otros se burlan de mí, entonces siguen siendo siempre los otros los que lo
hacen y los puedo culpar por eso y así olvidar burlarme de mí mismo. Pero quien
no puede burlarse de sí mismo, se convierte en la burla de los otros.
21
El
Diablo es la suma de lo oscuro de la naturaleza humana.
22
Del
amor se puede hablar con bellas palabras pero, ¿de la vida? Y la vida está por
encima del amor. Pero el amor es la madre indispensable de la vida. La vida
nunca ha de ser compelida al amor, sino el amor a la vida. El amor quiere ser
sometido al tormento, pero la vida no.
23
En
la enfermedad experimento al Dios.
24
La
nada es lo mismo que la plenitud. En la infinitud hay tanto lleno como vacío.
La nada está vacía y llena.
25
A
la nada o la plenitud la llamamos pleroma.82 Ahí dentro se acaban el pensar y
el ser, pues lo eterno e infinito no tiene propiedades.
26
1959
He
trabajado en este libro durante dieciséis años. En 1930 el conocimiento de la
alquimia me apartó de él. El comienzo del fin sucedió en 1928, cuando Richard
Wilhelm me envió el texto “La Flor de Oro”, un tratado de alquimia. Entonces el
contenido de este libro halló el camino a la realidad y ya no pude seguir
trabajando en él. Al observador superficial le parecerá una locura. De hecho, se
hubiera convertido en una locura si yo no hubiera podido captar la avasalladora
fuerza de las experiencias originarias. Con la ayuda de la alquimia pude
finalmente ordenarlas en un todo.
Siempre
supe que aquellas experiencias contenían algo precioso y, por eso, no supe
hacer nada mejor que ponerlas por escrito en un libro “precioso”, es decir,
valioso, y pintar las imágenes que surgían al revivirlas tan bien como fuera
posible. Sé cuán espantosamente inadecuada fue esta empresa, pero a pesar del
mucho trabajo y distracciones permanecí fiel a ella, aun cuando otra /
posibilidad nunca.
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