FILOSOFÍA

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jueves, 28 de julio de 2022

EL ÁRBOL DE LA CIENCIA. ASPECTOS FILOSÓFICOS.

 


EL ÁRBOL DE LA CIENCIA

Edgardo Rafael Malaspina Guerra

(“Tú habrás leído que en el centro del paraíso había dos árboles, el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal. El árbol de la vida era inmenso, frondoso, y, según algunos santos padres, daba la inmortalidad. El árbol de la ciencia no se dice cómo era; probablemente sería mezquino y triste”.)

 

En “El árbol de la ciencia” (1911) del médico y escritor español Pío Baroja y Nessi (1872-1956) se habla de la España del siglo XIX, sus pueblos, su gente, de la medicina y la filosofía, ente muchos otros temas interesantes. La obra se ha considerado autobiográfica en parte y por eso podemos saber cómo era la enseñanza médica y cuáles eran las corrientes filosóficas en boga de aquella época. Andrés Hurtado es el héroe de la novela. Aquí se habla de su vida desde que empezó a estudiar medicina y a ejercer la profesión en la provincia(Alcolea del Campo). Se comentan algunos casos clínicos y la poca camaradería entre los médicos por la competencia relacionada con los pacientes o clientes. Hurtado busca su lugar en la vida y lo encuentra en el amor familiar; sin embargo, un evento adverso le hace reaccionar de acuerdo a la filosofía pesimista que profesa y se suicida.

Párrafos y frases:

Filosofía:

1

La palabrería de Letamendi produjo en Andrés un deseo de asomarse al mundo filosófico y con este objeto compró en unas ediciones económicas los libros de Kant, de Fichte y de Schopenhauer.

2

Leyó primero “La Ciencia del Conocimiento”, de Fichte, y no pudo enterarse de nada. Sacó la impresión de que el mismo traductor no había comprendido lo que traducía; después comenzó la lectura de “Parerga y Paralipómena”, y le pareció un libro casi ameno, en parte cándido, y le divirtió más de lo que suponía. Por último, intentó descifrar “La crítica de la razón pura”. Veía que con un esfuerzo de atención podía seguir el razonamiento del autor como quien sigue el desarrollo de un teorema matemático; pero le pareció demasiado esfuerzo para su cerebro y dejó Kant para más adelante, y siguió leyendo a Schopenhauer, que tenía para él el atractivo de ser un consejero chusco y divertido.

3

El verano, durante las vacaciones, Andrés leyó en la Biblioteca Nacional algunos libros filosóficos nuevos de los profesores franceses e italianos y le sorprendieron. La mayoría de estos libros no tenían más que el título sugestivo; lo demás era una eterna divagación acerca de métodos y clasificaciones.

4

Viendo que no le gustaban los libros modernos volvió a emprender con la obra de Kant, y leyó entera con grandes trabajos la “Crítica de la razón pura”.

5

La vida es una lucha constante, una cacería cruel en que nos vamos devorando los unos a los otros.

6

Ante la vida no hay más que dos soluciones prácticas para el hombre sereno, o la abstención y la contemplación indiferente de todo, o la acción limitándose a un círculo pequeño. Es decir, que se puede tener el quijotismo contra una anomalía; pero tenerlo contra una regla general, es absurdo.

7

La vida es una cacería horrible.

8

Andrés pudo comprobar que el pesimismo y el optimismo son resultados orgánicos como las buenas o las malas digestiones.

9

-Yo busco una filosofía que sea primeramente una cosmogonía, una hipótesis racional de la formación del mundo; después, una explicación biológica del origen de la vida y del hombre.

—¿Y en dónde has ido a buscar esa síntesis?

—Pues en Kant, y en Schopenhauer, sobre todo.

—Mal camino —repuso Iturrioz—; lee a los ingleses; la ciencia en ellos va envuelta en sentido práctico. No leas esos metafísicos alemanes; su filosofía es como un alcohol que emborracha y no alimenta. ¿Conoces el “Leviatán” de Hobbes?

10

Uno tiene la angustia, la desesperación de no saber qué hacer con la vida, de no tener un plan, de encontrarse perdido, sin brújula, sin luz a donde dirigirse. ¿Qué se hace con la vida? ¿Qué dirección se le da? Si la vida fuera tan fuerte que le arrastrara a uno, el pensar sería una maravilla, algo como para el caminante detenerse y sentarse a la sombra de un árbol, algo como penetrar en un oasis de paz; pero la vida es estúpida, sin emociones, sin accidentes, al menos aquí, y creo que, en todas partes, y el pensamiento se llena de terrores como compensación a la esterilidad emocional de la existencia.

11

La antigua filosofía nos daba la magnífica fachada de un palacio; detrás de aquella magnificencia no había salas espléndidas, ni lugares de delicias, sino mazmorras oscuras. Ése es el mérito sobresaliente de Kant; él vio que todas las maravillas descritas por los filósofos eran fantasías, espejismos; vio que las galerías magníficas no llevaban a ninguna parte.

12

Kant prueba que son indemostrables los dos postulados más trascendentales de las religiones y de los sistemas filosóficos: Dios y la libertad. Y lo terrible es que prueba que son indemostrables a pesar suyo.

13

El universo no tiene comienzo en el tiempo ni límite en el espacio; todo está sometido al encadenamiento de causas y efectos; ya no hay causa primera; la idea de causa primera, como ha dicho Schopenhauer, es la idea de un trozo de madera hecho de hierro.

14

Después de Kant el mundo es ciego; ya no puede haber ni libertad ni justicia, sino fuerzas que obran por un principio de causalidad en los dominios del espacio y del tiempo. Y esto tan grave no es todo; hay además otra cosa que se desprende por primera vez claramente de la filosofía de Kant, y es que el mundo no tiene realidad; es que ese espacio y ese tiempo y ese principio de causalidad no existen fuera de nosotros tal como nosotros los vemos, que pueden ser distintos, que pueden no existir...

15

Antes para mí era una gran pena considerar el infinito del espacio; creer el mundo inacabable me producía una gran impresión; pensar que al día siguiente de mi muerte el espacio y el tiempo seguirían existiendo me entristecía, y eso que consideraba que mi vida no es una cosa envidiable; pero cuando llegué a comprender que la idea del espacio y del tiempo son necesidades de nuestro espíritu, pero que no tienen realidad; cuando me convencí por Kant que el espacio y el tiempo no significan nada, por lo menos que la idea que tenemos de ellos puede no existir fuera de nosotros, me tranquilicé. Para mí es un consuelo pensar que, así como nuestra retina produce los colores, nuestro cerebro produce las ideas de tiempo, de espacio y de causalidad.

16

-Acabado nuestro cerebro, se acabó el mundo. Ya no sigue el tiempo, ya no sigue el espacio, ya no hay encadenamiento de causas. Se acabó la comedia, pero definitivamente.

-Podemos suponer que un tiempo y un espacio sigan para los demás.

-¿Pero eso qué importa si no es el nuestro, que es el único real?

17

—¿De manera que no hay verdad?

—Sí; el acuerdo de todas las inteligencias en una misma cosa es lo que llamamos verdad. Fuera de los axiomas lógicos y matemáticos, en los cuales no se puede suponer que no haya unanimidad, en lo demás todas las verdades tienen como condición el ser unánimes.

—¿Entonces son verdades porque son unánimes? —preguntó Iturrioz.

—No, son unánimes, porque son verdades.

18

Sabemos que nuestro conocimiento es una relación imperfecta entre las cosas exteriores y nuestro yo; pero como esa relación es constante, en su tanto de imperfección, no le quita ningún valor a la relación entre una cosa y otra.

19

El encadenamiento de causas y efectos es la ciencia. Si ese encadenamiento no existiera, ya no habría asidero ninguno; todo podría ser verdad.

20

La ciencia nos da la descripción de una falange de este mamut, que se llama universo; la filosofía nos quiere dar la hipótesis racional de cómo puede ser este mamut.

21

La ciencia valora los datos de la observación; relaciona las diversas ciencias particulares, que son como islas exploradas en el océano de lo desconocido, levanta puentes de paso entre unas y otras, de manera que en su conjunto tengan cierta unidad. Claro que estos puentes no pueden ser más que hipótesis, teorías, aproximaciones a la verdad.

22

La ciencia es la única construcción fuerte de la humanidad. Contra ese bloque científico del determinismo, afirmado ya por los griegos, ¿cuántas olas no han roto? Religiones, morales, utopías; hoy todas esas pequeñas supercherías del pragmatismo y de las ideas-fuerzas..., y, sin embargo, el bloque continúa inconmovible, y la ciencia no sólo arrolla estos obstáculos, sino que los aprovecha para perfeccionarse.

23

Hay la esperanza de que la verdad, aun la que hoy es inútil, pueda ser útil mañana.

24

La verdad en bloque es mala para la vida. Esa anomalía de la naturaleza que se llama la vida necesita estar basada en el capricho, quizá en la mentira.

25

La voluntad, el deseo de vivir, es tan fuerte en el animal como en el hombre. En el hombre es mayor la comprensión. A más comprender, corresponde menos desear. Esto es lógico, y además se comprueba en la realidad. La apetencia por conocer se despierta en los individuos que aparecen al final de una evolución, cuando el instinto de vivir languidece.

26

El hombre, cuya necesidad es conocer, es como la mariposa que rompe la crisálida para morir. El individuo sano, vivo, fuerte, no ve las cosas como son, porque no le conviene. Está dentro de una alucinación.

27

Don Quijote, a quien Cervantes quiso dar un sentido negativo, es un símbolo de la afirmación de la vida. Don Quijote vive más que todas las personas cuerdas que le rodean, vive más y con más intensidad que los otros. El individuo o el pueblo que quiere vivir se envuelve en nubes como los antiguos dioses cuando se aparecían a los mortales. El instinto vital necesita de la ficción para afirmarse. La ciencia entonces, el instinto de crítica, el instinto de averiguación, debe encontrar una verdad: la cantidad de mentira que es necesaria para la vida.

28

-Tú habrás leído que en el centro del paraíso había dos árboles, el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal. El árbol de la vida era inmenso, frondoso, y, según algunos santos padres, daba la inmortalidad. El árbol de la ciencia no se dice cómo era; probablemente sería mezquino y triste

 

-Kant ha sido el gran destructor de la mentira greco-semítica. Él se encontró con esos dos árboles bíblicos de que usted hablaba antes y fue apartando las ramas del árbol de la vida que ahogaban al árbol de la ciencia. Tras él no queda, en el mundo de las ideas, más que un camino estrecho y penoso: la Ciencia.

29

Kant pide por misericordia que esa gruesa rama del árbol de la vida, que se llama libertad, responsabilidad, derecho, descanse junto a las ramas del árbol de la ciencia para dar perspectivas a la mirada del hombre. Schopenhauer, más austero, más probo en su pensamiento, aparta esa rama, y la vida aparece como una cosa oscura y ciega, potente y jugosa sin justicia, sin bondad, sin fin; una corriente llevada por una fuerza “x”, que él llama voluntad y que, de cuando en cuando, en medio de la materia organizada, produce un fenómeno secundario, una fosforescencia cerebral, un reflejo, que es la inteligencia. Ya se ve claro en estos dos principios vida y verdad, voluntad e inteligencia.

30

-Ya debe haber filósofos y biófilos —dijo Iturrioz.

—¿Por qué no? Filósofos y biófilos. En estas circunstancias el instinto vital, todo actividad y confianza, se siente herido y tiene que reaccionar y reacciona. Los unos, la mayoría literatos, ponen su optimismo en la vida, en la brutalidad de los instintos y cantan la vida cruel, canalla, infame, la vida sin finalidad, sin objeto, sin principios y sin moral, como una pantera en medio de una selva.

31

Contra la tendencia agnóstica de un Du Bois-Reymond que afirmó que jamás el entendimiento del hombre llegaría a conocer la mecánica del universo, están las tendencias de Berthelot, de Metchnikoff, de Ramón y Cajal en España, que supone que se puede llegar a averiguar el fin del hombre en la Tierra.

32

Al cabo de un mes del nuevo régimen, Hurtado estaba mejor; la comida escasa y sólo vegetal, el baño, el ejercicio al aire libre le iban haciendo un hombre sin nervios. Ahora se sentía como divinizado por su ascetismo, libre; comenzaba a vislumbrar ese estado de “ataraxia”, cantado por los epicúreos y los pirronianos. Ya no experimentaba cólera por las cosas ni por las personas.

33

- Yo creo que la civilización le debe más al egoísmo que a todas las religiones y utopías filantrópicas. El egoísmo ha hecho el sendero, el camino, la calle, el ferrocarril, el barco, todo. (Parece el discurso filosófico de la Rebelión de Atlas de Ayn Rand )

34

La naturaleza es muy sabia. No se contenta sólo con dividir a los hombres en felices y en desdichados, en ricos y pobres, sino que da al rico el espíritu de la riqueza, y al pobre el espíritu de la miseria. Tú sabes cómo se hacen las abejas obreros; se encierra a la larva en un alveolo pequeño y se le da una alimentación deficiente. La larva ésta se desarrolla de una manera incompleta; es una obrera, una proletaria, que tiene el espíritu del trabajo y de la sumisión. Así sucede entre los hombres, entre el obrero y el militar, entre el rico y el pobre.

35

El que no tiene dinero paga su libertad con su cuerpo; es una onza de carne que hay que dar, que lo mismo le pueden sacar a uno del brazo que del corazón. (Clara referencia al Mercader de Venecia de Shakespeare),

36

Explicándose como un filósofo, hubiera dicho que la sensación de conjunto de su cuerpo, la “cenesthesia” era en aquel momento pasiva, tranquila, dulce. Su bienestar físico le preparaba para ese estado de perfección y de equilibrio intelectual, que los epicúreos y los estoicos griegos llamaron “ataraxia”, el paraíso del que no cree.

martes, 19 de julio de 2022

LAS MÁXIMAS DE PTAHHOTEP

 

LAS MÁXIMAS DE PTAHHOTEP

Edgardo Rafael Malaspina Guerra

 

 



 

I

Ptahhotep, que vivió 110 años,  (siglo XXIV a. C.), fue un visir del faraón   de Dyedkara-Isesi, faraón del Alto y Bajo Egipto durante la quinta dinastía.  Escribió sus máximas (45 en total)como consejos para su hijo Ankhu,  y para todos aquellos que se ocupan de la cosa pública. En estos aforismos se habla de la justicia, el arte de hablar, la humildad antes quienes solicitan nuestra ayuda, la prudencia antes los chismes, la compasión, etc.

II

Algunas frases extraídas de las máximas:

1

No te enorgullezcas por tu conocimiento ni presumas porque eres sabio.

2

Toma consejo tanto del ignorante como del sabio .

3

La palabra hermosa está más escondida que la piedra verde, pero puede ser encontrada junto a las sirvientas sobre las piedras de moler.

4

Si encuentras a un camorrista en acción ,mediante el silencio, haces que se manifieste tu virtud contra él cuando él hable mal.

5

Cuídate de las calumnias en el lenguaje que puedan crear hostilidad.

Observa la verdad, no la traspases.

-No omitas lo que se te ha dicho,  cuídate de olvidarte.

No calumnies a nadie,  sea grande o pequeño.

6

La vejez ha llegado, la senilidad ha descendido

la debilidad vino y la incapacidad se renueva.

Se duerme disconforme cada día.

 Los ojos se debilitaron y los oídos ensordecieron.

Las fuerzas se debilitaron a causa del cansancio del corazón.

La boca está callada, no habla.

La memoria se perdió, no recuerda el ayer. El esqueleto se dañó a causa de la longevidad.

Lo que es bueno se transformó en lo que es malo. Todo el gusto se fue.

 Lo que hace la senilidad a la gente es malo en todas las cosas.

La nariz bloqueada no respira.  Es difícil levantarse y sentarse.

Haz que sea ordenado, para este humilde servidor, hacer un bastón de ancianidad

y se permita que mi hijo se sitúe en mi lugar.

7

Es un miserable quien lastima a un pobre de corazón.

8

Si cultivas lo que crece en el campo de suerte que dios lo quiso colocar abundantemente en tu mano, no deberías presumir cerca de tus allegados,  pues es grande lo que puede inspirar el terror del silencio.

9

Si un hombre de reputación es un hombre rico [7, 6] (168) es que toma como un cocodrilo en el consejo de magistrados.

10

 No reclames a quien no tiene hijos suyos,  ni hagas burla,  ni alardees de ello,  pues hay frecuentemente un padre en apuros y una madre que, habiendo dado a luz, (hay) otra más satisfecha que ella.  Es al hombre que esta solo al que dios acoge, mientras quien posee familia, ella ruega para que siga.

11

Tu nombre será apreciado sin que hables.

12

Si llegaras a ser un líder,  sé paciente cuando escuches las palabras del peticionario. No lo despaches hasta que se haya desahogado de aquello que había pensado y lo haya dicho, pues desea la víctima desahogarse más que se realice aquello por lo que ha venido. Él será quien se alegre por ello más que cualquier (otro) peticionario,  más que ocurran las cosas que antes fueron escuchadas. Un buen alivio es hablar. Aunque todo aquello por lo que ha reclamado no esté entre las cosas que lleguen a pasar,  se alivia quien es escuchado bien.

13

Si deseas que sean buena tu forma de proceder,  apártate de cualquier mala acción y guárdate de cualquier ocasión de avaricia. Es la enfermedad severa de un incurable y no existe quien pueda penetrar en ella.  Causó la perturbación de los padres, las madres y los hermanos de la madre. Hace amargo al amigo dulce,  aleja al confidente más que al señor ( y separa a la esposa del marido. Es una acumulación de toda clase de cosas malas y un saco de todas las cosas aborrecibles.

14

Un hombre perdura cuando usa acertadamente la justicia.

15

No deberías repetir una calumnia sobre un asunto ni deberías escucharla, pues es salido del acaloramiento del cuerpo.  Relata el asunto que haya sido visto, pero si no lo escuchas,  arrójalo a la tierra y no digas nada.

16

 Mira delante de ti, reconoce la virtud.

17

La calumnia es como una forma de sueño.  Significa que se destruye el sueño con el que está revestida.

18

Debes guardar silencio, pues es más útil que la charla. Deberías hablar después de conocer que puedes aportar soluciones.

19

Si fueras poderoso, deberías hacer que fueras respetado por el conocimiento, por la serenidad de tu lenguaje y por una orden eficaz pero no por las circunstancias.

20

El pendenciero es penetrado por el mal.  No seas altanero para que (el rey) no te humille; (no calles, (pero) cuídate de que alborotes,  y cuando vayas a responder a la palabra de un iracundo, aparta tu cara y contrólate.  Las llamas del acaloramiento del corazón siempre prenden.

21

Quien está agitado durante un día entero,  no es posible que pase un momento feliz; quien es frívolo durante un día entero no es posible que funde una casa.

22

Quien desperdició la plenitud de la vida es como aquel que manejó un remo que fue abandonado en la tierra estando el otro sujeto.

23

No añores lo que has sido antes ni tengas confianza en tu superioridad.

24

Sé generoso durante el tiempo que vivas. El recuerdo que queda de un hombre es la gentileza para los años que vendrán después de la autoridad.

25

La vida, prosperidad y salud de un hombre son su pensamiento.

26

 Suprime tu pensamiento, controla tu boca .

27

( Debes ser paciente durante el tiempo que hables y decir cosas distinguidas,  entonces dirán los oficiales que escuchen: “¡Qué hermoso es lo que ha salido de su boca!”.

28

( No será poca cosa lo que he conseguido sobre la tierra, pues he alcanzado 110 años en vida.