FILOSOFÍA

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viernes, 25 de septiembre de 2020

HEIDEGGER

 


HEIDEGGER: EL SER Y EL TIEMPO

(SEGUNDA CONFERENCA DEL PORFESOR DARIN McNABB.)

 

Edgardo Rafael Malaspina Guerra

1

Heidegger: “¿Tenemos hoy una respuesta a la pregunta acerca de lo que propiamente queremos decir con la palabra “ente”? De ningún modo. Entonces es necesario plantear de nuevo la pregunta por el sentido del ser.”

2

Heidegger investiga el sentido del ser. Esta distinción entre el ser y su sentido es crucial para entender lo que Heidegger hace en su libro El ser y el tiempo.

3

En la metafísica, Aristóteles pretendía estudiar simplemente todo lo real, todo aquello que tiene ser: árboles, perros, sillas, planetas. Pero no estudia estas cosas como botánico o antropólogo, sino como filósofo. Aristóteles pregunta por la realidad de estos entes. ¿Cuál es la condición de que sean reales? Su respuesta es “ousia”. Formalmente, lo que todos los árboles, perros y sillas tienen en común es su ser o ousia, lo que al latín se tradujo como “sustancia”.

4

Muchos filósofos de la tradición han estado de acuerdo en este punto, que lo que todos los entes comparten en común es su ser, lo que los Antiguos Griegos llamaban ousia. Sin embargo, han entendido la naturaleza de este ousia de formas distintas.

5

 Platón decía que la naturaleza de ousia era eidos (las Ideas).Sto. Tomás de Aquino decía que era esse, y Aristóteles decía que era energeia.

6

 La pregunta “¿Qué hace que algo sea real?” se responde generalmente con el ser (es decir, ousia) y específicamente con las Ideas, el esse, o el energeia, dependiendo del filósofo.

7

La palabra “energeia” está relacionada con su idea de que todo es un compuesto de materia y forma, por ejemplo, la materia del árbol, la madera, está organizada de cierta forma. La forma de algo es la manera ideal de ser de ese algo. Sea esa forma algo que se desarrolle naturalmente como en el árbol o algo que se dé artificialmente como un escultor imponiendo la forma sobre la materia del mármol, lo que tenemos es un proceso tanto dinámico como teleológico. La forma del árbol o la estatua está potencialmente en la semilla o en la mente del escultor. El proceso de actualizar esa potencialidad es lo que Aristóteles quiere decir por energeia. Es la actividad que hace que algo sea lo que es. Viene de la palabra “ergon” que significa trabajo. Energeia está estrechamente relacionado con otra palabra griega, entelequia, que se compone de la palabra “telos” o fin. La forma ideal de ser del árbol o de la escultura es el fin o la perfección que se da sólo mediante la actividad de actualización.

8

La ontología de Aristóteles puede relacionarse muy bien con su teología. Si la ontología responde la pregunta por la naturaleza del ser de lo real, la teología responde la pregunta por la fuente de ese ser. Esa fuente no puede ser más que lo divino dado que Dios, o el motor inmóvil, es acto puro, energeia perfectamente logrado y realizado.

9

 La palabra “ontoteología” que Heidegger acuñó expresa el problema que tiene con lo que Aristóteles y otros dicen sobre el ser. La ontología tradicional simplemente identifica algún ente como Dios o las Ideas como la instancia más excelsa de lo real. De diferentes formas, la tradición ha dado una respuesta óntica a la cuestión del ser. Explica el “To on” acudiendo a la noción de “ousia”, pero luego explican “ousia”, o sea la realidad de lo real, al acudir a otro “on” o ente, el más excelso.

10

Heidegger pregunta más bien por el sentido del ser. ¿Por qué? Porque aborda la cuestión desde la fenomenología.

11

Por muy abstracta que sea la ontología de Aristóteles, aborda la cuestión del ser desde lo que Husserl llamaba la “actitud natural”, una postura o disposición hacia nuestra experiencia del mundo que la ve como una simple presentación de objetos tal y como son en sí mismos. En su método fenomenológico, Husserl pone esa actitud entre paréntesis (eso es su célebre epojé) y así suspende cualquier juicio sobre el mundo natural, centrándose más bien en un análisis de la experiencia misma.

12

En esta nueva actitud, fenomenológicamente reducida por el epojé, la experiencia deja de ser una simple presentación de objetos y pasa a ser un proceso dinámico en el que nuestra consciencia participa. En la experiencia entendida así, la consciencia deja de ser un cogito cartesiano ante el cual se despliegan objetos, y pasa a encontrarse en una relación esencial con objetos, una relación que Husserl llama intencional. El cogito cartesiano es simplemente consciencia. El cogito husserliano es siempre “consciencia de”, intencionalmente relacionada con aquél del que está consciente.         El objeto de análisis para el fenomenólogo no es el objeto ni el sujeto, sino la correlación de los dos en la experiencia vivida.

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Dada esta correlación, lo que se estudia no son objetos como cosas allá afuera en el mundo, sino precisamente fenómenos, es decir, la aparición o presentación de objetos a la experiencia consciente. En el latín, se diría que el fenómeno es un intentum, es decir, aquello que es intencionado o significado, lo que Husserl llamaba el noema.

14

 Y correlativamente, ese algo intencionado es producto de un intentio o acto de la consciencia, lo que Husserl llamaba noesis. El punto de todo esto es si tu teoría sobre el ser se centra en objetos o entes, entonces tu pregunta va a orientarse en términos de propiedades. Por ejemplo, el objeto “hombre” tiene las propiedades de ser animal y racional. Pero si tu forma de abordar el ser se centra en la correlación entre fenómenos y los actos intencionales que los producen, entonces lo relevante no son propiedades sino el sentido, es decir, la forma en que el objeto o el fenómeno más bien se vuelve inteligible o significativo. Los objetos de nuestra experiencia siempre se dan o se presentan en cierto aspecto, perspectiva o, lo que es lo mismo, sentido. Un claro ejemplo es el que Frege usó en su célebre distinción entre “sentido” y “referencia”. El planeta Venus es el objeto allá afuera, la referencia de nuestro habla, pero hablamos de él en diferentes sentidos, como “la estrella matutina” y “la estrella vespertina”.

15

Ahora bien, este sentido no es algo que los objetos albergan en sí mismos, sino que se constituye. Husserl afirmaba que esta constitución del sentido lo hacía la consciencia humana. Heidegger dirá que es otra cosa, como veremos más adelante, y en esto se distingue principalmente de su maestro. De momento vamos a ver un ejemplo más concreto de esta cuestión del sentido para explicarlo un poco mejor.

Imagínate alguien que tuviera amnesia y que dijera: “Oiga, he oído hablar de algo que se llama una escuela. ¿Qué es eso, qué significa?” Aquí tenemos una pregunta por el ser de algo, un ente, a saber, una escuela. Uno podría responder con una definición, mencionando sus propiedades, o incluso llevarlo a una escuela y decir: “Es este edificio aquí, con salones llenos de mesas y sillas y maestros y alumnos”. Con esto tenemos una comprensión del objeto, pero no de su sentido.

¿Qué se hace con una escuela, de qué sirve, para qué es? Uno respondería al amnésico que una escuela es para aprender; es parte del proceso de socialización de los jóvenes por el que logran ser aptos para formar parte de la sociedad y trabajar en ella.

 Este “para qué” responde mucho mejor a la pregunta del amnésico, pero todavía no capta lo que Heidegger quiere decir al hablar del sentido. Como comenta Magda King, el sentido o significado, para Heidegger, es aquello del cual algo es entendible o inteligible como la cosa que es. ¿De qué o de dónde es una escuela entendible como la cosa que es? Solo desde un mundo de la existencia humana. Como se puede apreciar pasando de la infancia a la vejez, la vida humana es una de crecimiento y transformación donde nos adaptamos a nuevas circunstancias al desarrollar nuevas habilidades para reproducir el mundo en que vivimos. Es debido a eso que tenemos cosas como escuelas. Lo que posibilita nuestra comprensión de la noción de escuela es precisamente el sentido. El sentido de la escuela es el mundo al que pertenece.

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Aquí es donde Heidegger se desprende de su maestro Husserl. Lo que constituye el sentido de algo no es la consciencia humana, sino el entorno en que    uno se encuentra.  Hablaremos mucho más de su noción de mundo, pero de   momento debe quedar claro que no se trata de una mera colección de objetos     físicos, sino de relaciones sociales significativas. Cuando hablamos del mundo académico o el mundo político, ése es el sentido en que lo usa Heidegger.

17

Este sentido en el que nos movemos es lo que Heidegger quiere hacer explícito.

 Al margen de lo que nos dirá Heidegger, una forma de hacer explícito ese sentido es cambiar el horizonte. Si preguntamos por la escuela dentro del horizonte de la física, ella y muchas cosas más se vuelven literalmente sinsentido. ¿Por qué? Porque en el mundo de la física, las categorías relevantes son la materia, masa, movimiento y energía. Si el amnésico hace su pregunta a un físico, ¿qué es este ente que se llama una escuela?, la respuesta del físico va a consistir en más entes: ladrillos, cemento, átomos, todo organizado en el espacio. Pero no por ello entiende el amnésico el sentido de la escuela, su para qué. La respuesta del físico no es inválida, sino sólo superficial, es decir, no fundamental. Es una respuesta que Heidegger caracterizará como óntica, es decir, responde una pregunta sobre un ente con más entes.

18

La respuesta que Heidegger pretende dar en este libro es, en cambio ontológica, una que tiene que ver con el sentido. Para Heidegger, esta última tiene una clara prioridad. ¿Por qué? Pues un físico te puede decir cómo construir una escuela, la forma que debe tener, pero puede saber eso en primera instancia sólo si sabe el sentido de una escuela, para qué es. De esta forma, la naturaleza del sentido determina la naturaleza del ente.

19

 El sentido de algo es el mundo al que pertenece, el horizonte en el que se presenta como algo inteligible y significativo. Pero la pregunta de Heidegger es por el sentido del ser mismo, que no es ningún ente. ¿Qué es el sentido del ser? De acuerdo con todo lo que hemos platicado aquí, tendría que ser el horizonte que hace posible que comprendamos el ser en tanto ser. ¿Qué es ese horizonte? No es ni más ni menos que el tiempo. Por eso el título del libro.

20

El ser y el tiempo no es un tratado ontológico tradicional. Es muy importante entender que cuando Heidegger habla del ser no está hablando obviamente de ningún ente, ni tampoco de algún éter místico flotando por ahí. El análisis en este libro es 100% fenomenológico, lo cual quiere decir que cualquier concepto, incluso el de “ser”, se somete al epojé o reducción fenomenológica. El ser, fenomenológicamente reducido, es el sentido o la significatividad.

21

Ontológicamente, el objeto de análisis es el ser, y Heidegger utiliza este lenguaje del ser porque está respondiendo a toda una larga tradición que lo utiliza. Sin embargo, por abordar esta cuestión de forma fenomenológica, el objeto de análisis es realmente el sentido. Para Heidegger, el ser de algo no es más que su sentido. En otras palabras, cuando decimos que algo es, eso es equivalente a decir que tiene sentido.

22

Si preguntas: ¿qué es lo que necesito entender para comprender el argumento de este libro?, diría que es esta pequeña frase, “el sentido de ser”.

 

(Apunte tomado de la conferencia 2 “Heidegger: El ser y el tiempo” del profesor Darin McNabb)

 

 

 

 

HEIDEGGER

 



HEIDEGGER . PRIMERA CONFERENCA DEL PORFESOR DARIN McNABB.

Edgardo Rafael  Malaspina Guerra.

 

 

1

Los postulados y tesis de Heidegger han tenido una enorme influencia para el desarrollo de la filosofía contemporánea. Pueden considerarse como sus acólitos de alguna manera: Merleau-Ponty, Gadamer, Ricoeur , Sartre, Levinas, Derrida, Foucault y otros.

2

 Foucault : "Para mí Heidegger siempre ha sido el filósofo esencial. . . Todo mi desarrollo filosófico fue determinado por mi lectura de Heidegger".

3

Habermas : “El ser y el tiempo es "probablemente el giro más profundo en la filosofía alemana desde Hegel".

4

 Bertrand Russell (Historia de la filosofía occidental): “La obra de Heidegger es excéntrica y oscura […] una psicología existencialista disfrazada de lógica”.      

5

J. Ayer :Heidegger es un charlatán.

6

Roger Scruton:   El ser y el tiempo es “sumamente difícil, al menos que sea una total galimatías, en cual caso es irrisoriamente fácil”.

7

Heidegger afirma que desde los Antiguos Griegos conocemos los objetos del mundo como si estuvieran detrás de una vitrina.  Por un lado, de la vitrina está el objeto y por el otro el sujeto. La postura teorética parte de esta distinción entre sujeto y objeto, entre una dimensión interior y una exterior que se vincula mediante la representación. Esto se encuentra en Platón en su distinción entre las esferas de lo inteligible y lo sensible, pero se vuelve mucho más agudo en el dualismo cartesiano. Con Descartes se inicia la larga tradición moderna que se centra en la epistemología, en la correcta representación o mediación entre lo interno y lo externo.

8

El problema que Heidegger tiene con esta postura teorética y su lenguaje de sujeto y objeto, interior/exterior, es que conduce a una descripción distorsionada de nuestra experiencia, cosa que se refleja precisamente en los distintos esquemas ontológicos de la tradición. Para Heidegger, empezando con Platón y Aristóteles y posibilitada por la postura teorética, la pregunta por el ser en Occidente ha sido respondida con algún tipo de objeto o “ente”, sea algo material o espiritual, mundano o divino. Vemos esto en el significado de la propia palabra “ontología”. Viene del griego “on” que significa “es”. “To on” significa “aquello que es”. Su construcción genitiva nos da “ontos” y esto junto con “logia” hace que la ontología sea “el estudio de aquello que es”.

9

 En Platón, aquello que es en el sentido más básico son las Ideas, en

 

Aristóteles es la sustancia primaria, en el cristianismo es Dios, en Descartes es res extensa y res cogitans (es decir, sustancia material y mental), en Kant el noumeno, y en la ciencia moderna son cosas físicas como los átomos. A pesar de la variedad que encontramos en estos planteamientos, lo que tienen en común es la concepción del ser como algún ente o sustancia, sea el átomo, las Ideas o Dios.

10

Para Heidegger, estas ontologías de la sustancia, por así decirlo, están a la base de todas las dicotomías que desde Descartes definen la discusión filosófica: el debate realismo/idealismo (todo es material o todo es mental), el debate empirismo/racionalismo (la base del conocimiento está en lo empírico o en lo racional), la cuestión de si hay valores objetivos o si todo es permitido, etc. En resumen, tu opinión con respecto a qué tipo de ente constituye lo real determina en buena medida la posición que tomas en estos debates.

11

Para Heidegger, la filosofía ha oscilado entre estas dicotomías de manera tediosa e infructuosa, y con El ser y el tiempo pretende acabar con ello, acabar con la idea de que la realidad debe pensarse en términos de sustancias o entes. ¿Qué ofrece en su lugar? Pues Heidegger empieza su obra citando al diálogo platónico El Sofista.

Dice: “Pues evidentemente estáis hace ya mucho familiarizados con lo que queréis decir propiamente cuando usáis la expresión ‘ente’, mientras que nosotros creíamos antes comprenderla, mas ahora nos encontramos perplejos”. A lo largo de su obra, Platón

 

responde a esa perplejidad y la disipa con su doctrina de las Ideas. Desde entonces, dice Heidegger, hemos olvidado esta pregunta primordial por el ser. La pregunta es sencilla: ¿en qué consiste el ser de los entes? Sea lo que sea, no puede ser un ente más porque de ese ente podríamos hacer el mismo cuestionamiento. La pregunta sólo se desplazaría sin responderse. Encontramos en esta reflexión una distinción muy básica con la que su investigación parte, una que Heidegger llama “la diferencia ontológica”, es decir, la diferencia entre el ser y el ente. Los dos no deben confundirse, “El ser de los entes”, dice Heidegger, “no ‘es’ él mismo un ente”. ¿Qué es el ser entonces? Pues de eso se trata el resto del libro.

12

 

De aquí en adelante vamos a ver un análisis filosófico del ser, pero primero conviene esclarecer una cuestión lingüística sobre este término. En el título del libro la palabra “ser” es un sustantivo: El ser y el tiempo. En el texto, lo que se traduce como “el ser” es el término alemán “das Sein”. Es importante entender que ese sustantivo se deriva del verbo “sein”. En el alemán, se puede tomar el infinitivo de un verbo y convertirlo en sustantivo. Por ejemplo, el verbo “rauchen”, que significa “fumar”, puede convertirse en sustantivo, das Rauchen, y así se puede decir algo como “Das Rauchen ist verboten”. Traducido al español, sería “El fumar es prohibido”, pero decimos simplemente “Es prohibido fumar”, expresión en la que el verbo se conserva, pero en el alemán es muycomún que el verbo se pierda, convirtiéndose en sustantivo.

¿Por qué es importante esto? Porque al ver la palabra “ser” expresada como sustantivo, uno podría pensar que Heidegger está hablando del ser como una sustancia, un ente. Pero no. Precisamente esa idea es la que está criticando. ¿Sabes cuál es el verbo más común, al menos en los lenguajes indo-europeos? El verbo “ser”. Las únicas personas que hablan del ser como sustantivo son los filósofos que escriben tratados sobre ontología.

Los demás no hablamos así, sino que usamos el verbo; “Juan es alto”, “Está lloviendo”, “Quiero ser maestro”. Si tenemos en cuenta este detalle lingüístico, no estaremos tentados a pensar en el ser como algo místico flotando en algún éter platónico. Se trata de un verbo, y los verbos no actúan solos. Como dice Heidegger: “El ser es siempre el ser de un ente”.  Si vamos a volver a la pregunta por el ser, tendrá que ser a través de la interrogación de un ente. Como veremos más adelante, ese ente somos tú y yo, cosa al que Heidegger se refiere con el término “Dasein”.

13

Su análisis fenomenológico de Dasein, repleto de reflexiones sobre la muerte, la angustia, la culpa y la autenticidad, es la parte más célebre del libro. Pero hay mucho que tenemos que discutir antes de llegar ahí. Por ejemplo, ¿Por qué es un análisis fenomenológico? ¿Qué es la fenomenología? ¿Cómo se distingue esta manera de abordar el ser de la tradición que Heidegger critica?

14

 Heidegger una vez dijo que antes de leer a Nietzsche y para comprenderlo bien, uno debería pasar 10 ó 15 años leyendo a Aristóteles. Podríamos decir lo mismo con respecto a leer a Heidegger. Conviene primero conocer muy bien a Aristóteles, y también a Husserl.

 

(Apunte tomado de la conferencia 1Heidegger: El ser y el tiempo” del profesor Darin McNabb)

jueves, 24 de septiembre de 2020

WALTER BENJAMÍN

 


WALTER BENJAMIN

 

Edgardo Rafael Malaspina Guerra

1

Walter Benjamín (1892-1940) fue un filósofo alemán de origen judío. Su doctrina se inspira en el Idealismo alemán , el Romanticismo, el materialismo histórico y el misticismo judío (cábala) .

2

 Benjamín no profesaba la religiosidad ortodoxa judía; tampoco abrazó el Sionismo político, sino que desarrolló un “Sionismo cultural” que valoraba la riqueza y la estética cultural del misticismo judío. Benjamín defendió el Judaísmo como parte fundamental de la cultura de Europa. Para él, el pueblo judío era el más distinguido portador de lo espiritual en las culturas del mundo.

4

 En 1915, se matriculó en la Universidad de Múnich, donde conoció a Rainer María Rilke y a Gershom Scholem, que se convertiría en su amigo. Aquel año escribió sobre el poeta romántico alemán Friedrich Hölderlin.

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Hizo una tesis sobre   la filosofía de Kant y Platón. Analizó el concepto del mito.

 

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Quiso entrar como profesor en la universidad, pero lo rechazaron por ser judío. Escribió El origen del drama barroco alemán, donde trabajó el concepto de “alegoría”; con él, dejó en evidencia su concepción mesiánica de la vida.

7

Abrazó el materialismo y apartó todo lo demás, y aquí afirmó su posición ante las tendencias del momento: jamás militaría en el sionismo ni en el comunismo ni en el fascismo. Para él, la salvación de la humanidad está ligada a la salvación de la naturaleza. Quedó fascinado con las obras de Marcel Proust y Charles Baudelaire, observadores natos de la vida. En 1926 murió su padre y entonces partió a Moscú, donde escribió un diario y confirmó su teoría sobre las tendencias políticas, lo cual provocó que se aislara por completo.

8

Criticó sin piedad a Hitler, la teoría fascista , a la hipocresía de la democracia burguesa y al capital financiero e industrial alemán que apoyó al nazismo como forma de contrarrevolución preventiva contra los socialistas.

8

 Intentó conciliar el marxismo con su herencia cultural judía y con las tendencias artísticas vanguardistas. En 1931 experimentó con el hachís; inspirado en el texto “Hachís” de Charles Baudelaire, escribió sobre un club del siglo XIX en el que se reunía para consumirlo. Fue muy amigo de su colega filósofo Ernst Bloch, socialista marxista, de origen judío.

9

En 1932, durante la crisis anterior a la asunción al poder de Hitler, Walter Benjamín fue a la isla española de Ibiza en la que estuvo en dos ocasiones, como explica Vicente Valero en su libro Experiencia y pobreza,​ que reconstruye el periodo ibicenco del escritor, enamorado de la isla, y la gran influencia que esta tuvo en su vida y en su obra. Luego se trasladó a Niza, donde llegó a pensar en el suicidio, al percibir lúcidamente la importancia socio-política y cultural del incendio del Reichstag (27 de febrero de 1933), que de hecho significó la asunción de todo el poder por los nazis en Alemania. Desatada la persecución de los judíos y de los marxistas, Benjamín se trasladó a París, tras una estancia en Svendborg, en casa de Bertolt Brecht y en Sanremo, donde vivía su exesposa Dora. Escribió a Scholem sobre una fatiga infinita que le invadía.

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Ya no volvió nunca más a Berlín, ya que el fascismo se lo impedía. Tuvo la necesidad de vincularse a algo para que lo mantuviera, así que buscó el apoyo de los también filósofos marxistas-críticos, Adorno y Horkheimer. Este último le acusó de no ser un buen materialista. Benjamín malvivía con lo que cobraba de esta escuela, por lo que decidió no salir de casa y se aisló social y físicamente.

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Los paisajes parisinos son una nueva teorización de la historia moderna. Las condiciones de su existencia empeoraban cada vez más. Estaba muy enfermo y en su último texto expresó su esperanza más escatológica: “Ha desaparecido toda desesperación; el pensamiento religioso y político” se funden en uno solo. El 14 de junio de 1940, tras la ocupación de la ciudad por las tropas nazis, huyó de París.

12

Fue colaborador de la Escuela de Fráncfort —a la que sin embargo nunca estuvo directamente asociado—, adaptó su temprana vocación por el misticismo al materialismo histórico, al que se volcó en sus últimos años, aportando una visión única en la filosofía marxista.

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Benjamín mantuvo una extensa correspondencia con Theodor Adorno y con Bertolt Brecht y ocasionalmente recibió financiación de la Escuela de Fráncfort bajo la dirección de Theodor Adorno y Max Horkheimer. Las influencias competitivas del marxismo de Brecht, la teoría crítica de la Escuela de Fráncfort, el discurso marxista heterodoxo de Bloch, las vanguardias artísticas, la herencia hegeliana y dialéctica, y el misticismo judío de su amigo Gershom Scholem fueron centrales en el trabajo de Benjamín, aunque nunca logró resolver sus diferencias completamente. Las “Tesis sobre la filosofía de la historia” (o Concepto de la Historia), uno de los últimos textos de benjamín, fue lo más cercano a tal síntesis, que junto con los ensayos “La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica” y “Para una crítica de la violencia”, son sus textos más leídos.

14

En literatura escribió sobre Franz Kafka , Marcel Proust y Charles Baudelaire.  Su ensayo “La labor del traductor” (1923) es uno de los textos teóricos más célebres y respetados sobre la actividad literaria de la traducción.

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Benjamín acuñó el término “percepción aura”, que denota la facultad estética mediante la cual la civilización puede recuperar una apreciación del mito.​

 

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Walter Benjamín se suicidó el 26 de septiembre de 1940 en Portbou, (España), tras ingerir una dosis letal de morfina en un hotel del pequeño puerto fronterizo español, donde no se le permitió seguir huyendo de los fascistas. Benjamín antes que tener que volver a Francia y caer en manos de la Gestapo, decidió acabar con su vida en el Hotel Francia. La restricción a las visas obtenidas en Marsella sin visado de salida, como la que Benjamín poseía, fue levantada por las autoridades españolas pocos días después. En el certificado de defunción figura el nombre de Benjamín Walter, fallecido a causa de un aneurisma cerebral, lo que según Linhard posibilitó que un cementerio católico acogiese los restos del pensador germano, evitando complicaciones burocráticas. En el camposanto de Portbou hay un monumento en memoria del filósofo.

17

Benjamín viajaba con una dosis de pastillas de morfina, que tenía preparadas para una eventualidad como la que se le cruzó justamente en el camino en el puesto fronterizo de Port Bou, aquella tarde fatídica del 25 de septiembre de 1940.  Benjamín escribió:

 

“En una situación sin salida, no tengo otra elección que la de terminar. Es en un pequeño pueblo situado en los Pirineos, en el que nadie me conoce, donde mi vida va a acabarse. Le ruego que transmita mis pensamientos a mi amigo Adorno y que le explique la situación a la cual me he visto conducido. No dispongo de tiempo suficiente para escribir todas las cartas que habría deseado escribir”.

 

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Frases:

-El hombre se comunica en el lenguaje, no por el lenguaje.

-Las narraciones y la palabra influyen sobre el cuerpo.

-Ser feliz significa el poder percibirse sin horror. ...

-El hablar conquista al pensamiento; escribir lo domina.

- Los libros y las prostitutas entrecruzan el tiempo. Dominan la noche como el día y el día como la noche.”

-A una persona únicamente la conoce quien la ama sin esperanza.

 

martes, 22 de septiembre de 2020

EL ANTICRISTO

 


SOBRE EL ANTICRISTO

 

Edgardo Rafael Malaspina Guerra

 

1

El anticristo (1888) de Frederic Nietzsche es una crítica al cristianismo, pero también a ciertas corrientes políticas y filosóficas como el nihilismo, el anarquismo y el socialismo. El filósofo alemán no está seguro de que su generación entienda lo que quiere transmitir con este libro, pero vaticina que el pasado mañana le pertenece.

2

El Evangelio está sepultado por el edificio de la Iglesia.

3

Cristo no murió para redimir a los hombres, sino para enseñarles cómo hay que vivir.

4

Lo que dicen los teólogos, los sacerdotes y hasta el papa no son errores, sino mentiras.

5

El cristianismo ha encarnado la defensa de todos los débiles, bajos y malogrados; ha hecho un ideal del repudio de los instintos de conservación de la vida pletórica.

6

Pascal pensaba que su razón estaba corrompida por el pecado original, cuando en realidad estaba corrompida por el cristianismo.

7

El cristianismo es la religión de la compasión, la cual surte un efecto depresivo. Quien se compadece pierde fuerza.  La compasión atenta contra la ley de la evolución, que es la ley de la selección.

8

El protestantismo es la hemiplejia del cristianismo y de la razón.

9

En casi todos los pueblos el filósofo no es sino la evolución ulterior del tipo sacerdotal.

10

El hombre es, relativamente, el animal más malogrado, más morboso, lo más peligrosamente,

 desviado de sus instintos , ¡claro que por eso mismo es también el más interesante!

11

Sólo quien sufre de la realidad tiene razones para sustraerse de ella por medio de la mentira.

12

Quien es rico ansía dar; un pueblo orgulloso tiene necesidad de un dios para ofrendar. Tal dios debe poder beneficiar y perjudicar, ser amigo y enemigo. La religión es una forma de la gratitud.

13

Donde quiera que declina la voluntad de poder se registra un decaimiento fisiológico, una décadense.

14

En Dios, declarada la guerra a la vida, a la naturaleza, a la voluntad de vida. Dios es la fórmula para toda mentira del “más allá”. En Dios, divinizada la nada, santificada la voluntad de alcanzar la nada.

15

El budismo es cien veces más realista que el cristianismo y la única religión propiamente positivista en la historia. Buda receta contra la depresión una vida al aire libre, la existencia trashumante, una dieta frugal y seleccionada, la prevención contra todas las bebidas espirituosas; también una vida sin preocupaciones, ya por sí mismo o por otros.

16

Buda dice: No es por la enemistad como se pone fin a la enemistad.

17

Cristiana es la hostilidad enconada a los sentidos, a los placeres sensuales, al espíritu, a la valentía, a la libertad y a la alegría.

18

El amor es el estado en que el hombre ve las cosas tal como no son. Quien ama soporta más que de ordinario; aguanta todo.

19

La esperanza de los cristianos está en el más allá. La esperanza es el peor de los males, decían los griegos, porque entretiene al desgraciado.

20

El sacerdote vive de los pecados , tiene necesidad de que se peque.

21

El cristianismo es una forma de enemistad mortal a la realidad.

22

Confieso que pocos libros he leído con tantas dificultades como los Evangelios. Su mundo es como salido de una novela rusa, donde parece darse cita la escoria de la sociedad, enfermedades nerviosas e idiotismo infantil.

23

Las historias de los santos son la literatura más ambigua que existe.

24

El budismo no promete, sino cumple, en tanto que el cristianismo promete todo, pero no cumple nada.

25

Si se sitúa el centro de gravedad de la vida no en la vida, sino en el “más allá”- en la nada- se despoja la vida de gravedad.

26

El cristianismo es una sublevación de todo lo vil y rastrero contra lo que tiene “altura”; el evangelio de los humildes rebaja…

27

La moral es el medio más eficaz para engañar a la humanidad.

28

El cristiano no es más que un judío de confesión libre.

29

Pablo fue el más grande de todos los apóstoles de la venganza.

30

Es necesario ponerse guantes cuando se lee el Nuevo Testamento. La proximidad de tanta impureza impone esta medida.

31

No se es   filólogo y médico sin ser al mismo tiempo anticristiano . Pues como filólogo se mira detrás   de los “libros sagrados”, y como médico, detrás de la degeneración fisiológica del tipo cristiano. El médico dictamina : incurable, y el filólogo: mentira…

32

La ciencia es el pecado original.

33

El pecado se inventó para imposibilitar la ciencia, la cultura , toda elevación y aristocratismo del hombre.

34

Eso de que la fe salva no está demostrada, sino prometido.

35

La iglesia ha canonizado exclusivamente a locos o grandes embusteros.

36

El cristianismo es la mayor desgracia que se ha abatido jamás sobre la humanidad.

37

La fe significa negarse a saber la verdad.

38

La filología es el arte de bien leer, de poder leer los hechos sin falsearlos.

39

Las convicciones son cárceles

40

El hombre de fe es necesariamente un hombre dependiente.

41

El cristianismo niega la vida a través del concepto del pecado.

42

El Código de Manú es una obra incomparablemente espiritual, superior a la Biblia. El Código de Manú dices cosas así: No hay nada más puro como la luz del sol, la sombra de la vaca, el aire, el agua, el fuego y el aliento de la doncella.

La boca de la mujer, el seno de la doncella, la oración del niño y el humo del holocausto siempre son puros.

Todos los orificios del cuerpo del ombligo para arriba son puros, todos del ombligo para abajo son impuros. Sólo el cuerpo de la doncella es puro en su totalidad.

43

Los hombres más espirituales , por ser los más fuertes ,hallan su ventura, en lo que para otros significaría la ruina: en el laberinto y en la dureza consigo mismo.

44

No subestimemos las prerrogativas de los mediocres.

45

Toda cultura elevada es una pirámide: necesita asentarse en una ancha base; su requisito primordial es una mediocridad fuerte y sanamente consolidada.

46

Para el mediocre la mediocridad es una facilidad y la maestría específica, la especialidad, un instinto natural.

47

¿Quién es más odioso entre la chusma de ahora? La chusma socialista , los apóstoles de los tshandalas que socavan el instinto del trabajador, la satisfacción y conformidad del trabajador con su existencia estrecha; que inculcan en él la envidia y le predican la venganza

48

El anarquista y el cristiano tienen un mismo origen en la debilidad, la envidia y la venganza.

49

El cristianismo fue el vampiro de Imperio Romano

50

El nihilista y el cristiano marchan por el mismo camino

51

El cristianismo desacreditó los frutos de la cultura antigua, y más tarde desacreditó también los frutos de la cultura islámica.

52

Las cruzadas no fueron más que una piratería superior.

53

El cristianismo y el alcohol: los dos grandes medios de la corrupción.

54

El Renacimiento fue la transmutación de los valores cristianos

55

El hombre religioso sólo piensa en sí mismo.

56

Lutero denunció la corrupción del papado, cuando era harto evidente lo contrario, o sea, que la antigua corrupción, el pecado original, el cristianismo, ya no ocupaba el solio pontificio. ¡Sino la vida! ¡el triunfo de la vida! Y Lutero restauró la Iglesia atacándola.

57

Declaro culpable al cristianismo. El cristiano es la gran maldición. Le llamo el borrón inmortal de la humanidad. La transmutación de todos los valores.

 

 

 

 

DERRIDA

 


JACQUES DERRIDA

Edgardo Rafael Malaspina Guerra

1

Jacques Derrida es un filósofo francés (1930- 2004). Se le identifica con la deconstrucción el posestructuralismo y la filosofía posmoderna.

2

Sus lecturas preferidas fueron: Albert Camus, Antonin Artaud, Paul Valéry, Rousseau, Nietzsche y, André Gide, Kierkegaard, a Martin Heidegger y a Louis Althusser.

3

Hizo sus estudios en diferentes universidades estadounidenses. Prestó servicio militar en Argelia. Luego fue profesor de filosofía en varias instituciones . En 1983, fundó el Colegio Internacional de Filosofía. En 1984 lo nombran director de estudios en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales, donde trabajó el resto de su vida.

4

En 1979 fundó los “Estados generales de la filosofía”. En 1981 creó la asociación Jan Hus para ayudar a los intelectuales checos disidentes. En 1981 fue encarcelado en Praga tras un seminario de filosofía clandestino y la manipulación policial de su maleta (donde introdujeron droga), pero la protesta de intelectuales y Mitterrand consiguieron liberarlo.

5

Participó en las actividades culturales a favor de Nelson Mandela, al que admiró luego por su acción política distinta de la argelina, y contra el gobierno del Apartheid de Sudáfrica desde 1983.

6

 

 

La deconstrucción: es un tipo de pensamiento que critica, analiza y revisa fuertemente las palabras y sus conceptos. El discurso deconstructivista pone en evidencia la incapacidad de la filosofía para establecer una base estable, sin dejar de reivindicar su poder analítico.

7

Derrida dice: la voz "déconstruction" intentaba traducir y reapropiar para sus propios fines los términos heideggerianos Destruktion y Abbau, que abordaban problemas de la estructura y la arquitectura de la metafísica occidental; pero la palabra francesa, clásica, tiene variados usos, más consistentes con sus intenciones: en su caso sería un gesto "a favor" y "en contra" del estructuralismo, esto entra en su problemática y en sus excesos.

8

La deconstrucción se relaciona con trayectorias vastas de la tradición filosófica occidental, aunque también está ligada a disciplinas académicas diversas como la lingüística y la antropología (llamadas "ciencias humanas" en Francia).

9

Derrida se interesó por la filosofía y la literatura . No renunció "ni a la una ni a la otra", y de hecho pensó "mediante la misma escritura y no solo en el seno de una reflexión histórica o teórica".

10

Publicaciones :De la gramatología, La escritura y la diferencia y La voz y el fenómeno ( 1967).

11

​ En 1992, veinte filósofos firmaron contra él, reprochándole “su inadecuación a los estándares de claridad y de rigor”, pero no impidieron que se le concediera el honoris causa por la Universidad de Cambridge (1992).

12

 

La traducción misma es escritura. Se trata de una escritura productiva inspirada por el texto original.

13

Cada libro es una pedagogía destinada a formar su lector.

14

La deconstrucción no es sólo la técnica de una “construcción trastocada”, puesto que concibe la idea de construcción.

- La deconstrucción no es ni un análisis ni una crítica, y la traducción debería tener esto en cuenta

- No basta con decir que la deconstrucción no puede reducirse a una mera instrumentalidad metodológica, a un conjunto de reglas

- Toda deconstrucción tiene lugar; es un acontecimiento que no espera la deliberación, la organización del sujeto, ni siquiera de la modernidad.

15

Si el traductor no copia ni restituye un original es porque éste sobrevive y se transforma.

16

La traducción será en realidad un momento de su propio crecimiento, él se completará en ella creciendo. La técnica de traducir no sólo está basada en copiar literalmente.

17

Las producciones en masa no forman a los lectores, sino que presuponen de manera fantasmática un lector ya programado.

18

- Estoy en guerra contra mí mismo

- Si me preguntan en qué creo, no creo en nada

- Todo discurso, poético u oracular, lleva consigo un sistema de reglas que definen una metodología.

- Todos somos mediadores, traductores. Siempre interpretamos lo que se nos dice.

- La filosofía, hoy en día, corre el grave peligro de ser olvidada.

-Nada existe fuera del texto.

19

Sobre el perdón:

-Para que haya perdón, es preciso que se recuerde lo irreparable o que siga estando presente, que la herida siga abierta. Si la herida se ha atenuado, si está cicatrizada, ya no hay lugar para el perdón.

-Si la memoria significa el duelo, la transformación, ella misma ya es olvido.

-Para que el perdón resulte mínimamente digno de ser considerado, es preciso que el criminal lo solicite y, entonces, éste se acusa a sí mismo.

-El que reconoce su falta ya no es el mismo.