FISIOLOGÍA
Y FILOSOFÍA DEL SUEÑO
Edgardo
Malaspina
1
En
la Antigüedad los sueños eran confundidos con la realidad y por eso la gente
hablaba con ángeles y personajes maravillosos. Heráclito aclaró que los sueños
son un fenómeno natural.
2
Hay quienes ven premoniciones en los sueños, y un ejemplo es el sueño del faraón con las vacas y la
interpretación que le dio José. En nuestro país, en otros tiempos, la gente
solía cenar opíparamente para soñar con los números de la lotería.
El
marqués de Sade decía: es una verdad universalmente comprobada que el hombre
concede mayor importancia de la debida a los sueños y presentimientos.
3
Los
médicos antiguos pedían a sus pacientes relatar sus sueños. Un sueño o pesadilla puede ser una
manifestación de alguna enfermedad: soñar que corres y te cansas puede ser la
forma como una taquicardia se manifiesta.
4
Existió una teoría según la cual soñar que te
estás cayendo es una reminiscencia de cuando fuimos monos y brincábamos de rama
en rama. Ahora sabemos que eso se debe al movimiento brusco de las piernas
cuando dormimos.
5
En el
sueño el cerebro sigue trabajando: el químico
alemán Augusto Kekulé vio en sueños una culebra mordiéndose la cola y así descubrió
los anillos del benceno; y el matemático hindú Ramanujan vio en sueños el
número pi.
6
Soñar con los seres queridos que se han ido es
una manera peculiar de seguir teniéndolos cerca.
7
Calderón de la Barca escribió que toda la vida es sueño, y los sueños,
sueños son. ¿Y si la vida es un sueño, la muerte es un despertar?
8
Freud
dijo que nuestros sueños son deseos reprimidos.
9
Rabindranaz
Tagore afirmó que dormir sin soñar es la oscuridad, mientras que Baudelaire
consideraba que la verdadera realidad sólo se halla en los sueños.
10
Argenis Rodríguez escribió: “…Yo sueño todas las noches, y me
desvivo por soñar, tanto, que cuando no sueño me digo que he perdido mi noche” .
(Los caminos nocturnos).
11
La Premio Nobel Tomasa Transtromer expresó que soñar es
una fiesta y despertar es una desilusión.
12
Hagamos
el siguiente experimento mental al despertar descansados en la mañana:
preguntémonos dónde estábamos. La respuesta es en ninguna parte. Hacia allá
vamos: hacia ninguna parte. En efecto, el
sueño es el mecanismo fisiológico de reparar nuestras energías y la manera
filosófica de preparase para la muerte.
13
El
sueño es una cuota de la muerte. Ya lo dijoVicente Gerbasi: venimos de la noche
y hacia la noche vamos.
“Los
primeros instantes del sueño son la imagen de la muerte…” (Nerval).
14
“Hay
algo en estas soledades que a cada paso nos recuerda la muerte.
Aquí es donde mejor se comprende que, después de morir, no hay nada; que
la muerte es el fin irremediable y definitivo.
Recorriendo las llanuras he aprendido a negar la existencia del alma”. (Pedro
Sotillo en su relato “Los caminos nocturnos”)
15
No
hay más nada después de la muerte. Así lo entendía el médico y escritor ruso
Antón Chejov : “Creer en la inmortalidad del alma es una cobardía que
reconforta”.
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