FILOSOFÍA

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miércoles, 4 de enero de 2017

DIALÉCTICA DE LO REAL EN LA HISTORIA DE LA MEDICINA

                           UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR

II SIMPOSIO INTERNACIONAL DE INVESTIGACIÓN FILOSÓFICA

DIALÉCTICA DE  LO REAL EN LA HISTORIA DE LA MEDICINA
Autor: Edgardo Rafael Malaspina Guerra
Universidad Rómulo Gallegos, San Juan de los Morros

 RESUMEN

Michael Foucault planteó  las diferentes interpretaciones otorgadas  a un mismo fenómeno patológico en épocas no muy distantes, según el desarrollo de la ciencia. El debate en torno a lo real en el escenario específico de la historia de la medicina es fácilmente extrapolable  al campo de la filosofía en general, en una relación de retroalimentación dialéctica. En efecto, lo real es el cristal por el cual vemos nuestro ser y nuestro  mundo convertido en realidad. Por lo tanto el concepto no es  único y  universal, es objetivo, pero también subjetivo; y en el panorama médico ha sido de mucha utilidad: los aforismos hipocráticos contienen  ideas  irrefutables de lo real- trasmitidas  a través de generaciones y aplicadas sin comprender su fatal e inexorable materialización-, impulsadoras de la medicina, que el progreso científico ha corroborado. Lo real, entonces, es una categoría netamente filosófica independientemente de la ciencia. El conocimiento médico  objetivo es real y es la fuente de la medicina actual basada en las evidencias; pero la medicina mágico-religiosa fue y es real para quien comulgue con ella: la psiconeuroinmunología es su manifestación más palpable y punto donde coinciden las visiones de lo real de un médico y la de un chaman. La neurosis y emociones como la tristeza y la depresión, padecimientos sin sustratos anatómicos-cosa en sí temporal-, conforman el  mundo de lo real del paciente, situación que corrobora la calidad subjetiva del concepto.

Palabras  claves: lo real-medicina-historia-filosofía


   Real es lo que tiene existencia verdadera y efectiva, según el Diccionario de la Lengua Española (1).Lo real es aquello que es inherente a una cosa. Se usa como lo opuesto a lo ilusorio, aparente, ideal o ficticio (2).   Lo real es el ser de las cosas en contraposición con el no ser (3).“El postulado para el conocimiento de la realidad de las cosas –dice Kant-exige una percepción; por consiguiente, una concepción acompañada de conciencia del objeto mismo cuya existencia ha de conocerse, pero es preciso también que este objeto concuerde con alguna percepción real según las analogías de la experiencia, las que manifiestan todo enlace  real en la experiencia posible” (4). En otras palabras lo real es la esencia misma de las cosas, mientras que la realidad es la manera de percibirla. Semejante apreciación hizo Lacan  cuando expresó que la realidad es el conjunto de los elementos reales.
A lo largo de la Historia de la Medicina podemos observar que lo real se equipara a la “cosa en sí” kantiana, la cual deja de serlo en la medida que la ciencia médica se desarrolla y se transforma en  “cosa para nosotros”, parafraseando a Lénin (5).
 Los diferentes teorías etiopatológicas de un misma enfermedad son las diferentes realidades de un mismo fenómeno real.
 En El nacimiento de la clínica,  Foucault escribe sobre la manera cómo veían una enfermedad nerviosa dos médicos en distintas épocas. Pomme en el siglo XVIII trató a una paciente histérica con baños de diez a doce horas por día durante diez meses. Luego vio porciones membranosas parecidas a fragmentos de pergamino empapado…desprenderse con dolores y salir diariamente por la orina, desollarse a la vez el uréter  derecho y salir entero por la misma vía. También Pomme  observó como los intestinos se despojaron de su túnica interna y salieron por el recto. La enferma arrojó parte del esófago, la tráquea y la lengua con los vómitos y la expectoración.
 Cien años más tarde, Bayle describió una lesión anatómica del encéfalo y sus envolturas de la siguiente manera: “Su superficie externa aplicada a las aracnoides de la duramáter se adhiere a esta lámina, ora de un modo muy flojo, y entonces se las separa fácilmente, ora de un modo firme e íntimo y, en este caso, algunas veces es muy difícil desprenderlas.”. Luego Bayle habla de las características de las falsas membranas y las compara a las películas albuminosas de los huevos.
 Foucault  compara las observaciones de ambos médicos: la primera está llena de mitos y fantasmas , mientras que la segunda se acerca al conocimiento científico actual. Por eso se pregunta: ¿Quién puede asegurarnos que un médico del siglo XVIII no veía lo que veía, pero que han bastado una decena de años para que las figuras fantásticas se disipen y el espacio liberado deje venir hasta los ojos el corte franco de las cosas?  (6). La respuesta está en la diferencia entre los conceptos de lo real y la realidad, lo que no obstaculiza el desarrollo de la medicina  por cuanto transcurre a través del método de ensayo y error , del que el propio Esculapio, dios de la medicina, tomo en cuenta cuando advierte en sus consejos que “… la medicina es ciencia oscura, a quien los esfuerzos de sus fieles van iluminando de siglo en siglo”.
Cualquier tipo de medicina  no es   más que una  forma derivada de las tres ramas primigenias: la instintiva, la mágico-religiosa y la empírica. Todas reflejan distintas realidades. La más antigua de todas es la instintiva, manifestación inequívoca de nuestra procedencia animal .La medicina instintiva la observamos cuando los animales comen hierbas, tierra y hasta excrementos. Aristóteles supuso un antídoto contenido en el orégano porque notó que las tortugas lo comían cuando devoraban culebras venenosas .La terrofagia, ampliamente practicada por nuestros indígenas y por niños con parasitosis, es un  ejemplo de lo que hablamos. El uso del caolín o arcilla blanca en la farmacología moderna (kaopecón, kaopectate) es parte de la misma opera. Los elefantes, cerdos y muchos otros animales recurren al barro (barroterapia) para proteger su piel. Ese el principio del uso masivo de cremas en dermatología. Los antiguos egipcios vieron como el ibis cuando tenía mucha sed bebía agua colocándola con su pico en el recto. Por esa vía   el líquido vital llega más rápido al torrente sanguíneo : la idea para la invención del supositorio estaba clara; y los egipcios lo inventaron hace cinco mil años sin tener nociones fisiológicas. A la hora de bajarle la fiebre a un niño el supositorio le gana al jarabe.
El investigador y escritor colombiano Humberto Amaya Luzardo vivió más de treinta años en la selva amazónica  donde realizó importantes observaciones sobre la medicina instintiva practicada por los indígenas. En su libro “Bajo el techo de paja” escribió sobre el tratamiento contra las mordeduras de serpiente: “Uno aprende mirando a los bichos. Si usted se pone a mirar a los micos y ve cuando una culebra muerde a un mico, entonces de la ramita que el coja y se eche , échese usted también de la misma. Si no le gusta mirar a los micos…agárrese a mirar a las culebras y de la pajita que ella coma, coja y coma usted también que esa es la que sirve.” (7)
La medicina mágico-religiosa surge asociada a la forma del pensamiento más primitivo: el que se fundamenta en la aceptación  de fuerzas maravillosas responsables de todo lo que sucede en la naturaleza. La enfermedad aparece por magia y la curación también. Fue el eje de la medicina de todos los pueblos antiguos(medicina tradicional china, ayurveda hindú, etc) ; y es el sustento de la hechicería, los milagros de los santos y algunas curaciones espectaculares que no tienen una explicación racional. La autoestima, la fe y las oraciones practicadas por el paciente conforman el ambiente emocional propicio para el restablecimiento de la salud. La medicina mágica, otrora campo exclusivo de los brujos, es ahora materia de investigación en búsqueda de explicaciones que tengan sustratos objetivos y demostrables : la psiconeuroinmunología.
Por último tenemos la medicina empírica, cuya base es la aplicación de una experiencia favorable para la salud: el reposo luego de una fractura , un baño cuando hay fiebre alta o el uso de una planta para determinada enfermedad. La medicina científica es su heredera y en su radio de acción está la práctica clínica, la medicina   experimental y la medicina basada en evidencias.
  En Mesopotamia , hace más de siete mil años, detectaron un problema real: una deidad del mal reinaba cada siete días y por lo tanto los médicos no debían curar durante ese tiempo.  En la actualidad los endocrinólogos han determinado que el nivel de las hormonas de la corteza de las cápsulas suprarrenales oscila  dentro del periodo  semanal lo que determina un biorritmo específico para nuestro organismo y que la sociedad ha refrendado laboralmente. El ritmo sinódico o lunar lo conocían nuestros antepasados más antiguos. Él se manifiesta en dolencias sicosomáticas. Es común oírle al paciente decir: me duele tal parte con el paso de la luna. El comportamiento del loco Juan Carabina es también una demostración de este biorritmo. La luna influye sobre el agua y provoca las mareas. El cuerpo humano contiene hasta 75 % de agua. El mar fue el medio ambiente que propició el origen de la vida. El investigador Gabrilov afirma  que “los elementos de la regulación sanguínea aparecieron cuando surgió el medio ambiente secundario o interno en los organismo multicelulares. Entonces el océano universal se convirtió en el torrente sanguíneo”. (8).He aquí una relación directa entre el macro y el microcosmos.
La medicina lucha contra la muerte, y la muerte es lo real. Asclepio, dios de la medicina, devolvía la vida a los muertos. Hades protestó ante Zeus temeroso que el más allá quedara despoblado. Zeus lo mató de un rayo. El castigo era consecuencia de su transgresión: no le era permitido actuar contra la naturaleza y romper con el binomio real vida-muerte.
 La enfermedad es uno de los medios empleados  por la muerte para materializarse. La enfermedad es real en la medicina mágico-religiosa, pero realidad en la medicina científica, porque al fin y al cabo no es tal, no hay enfermedad, hay enfermos, ya que cada paciente la sufre a su manera no sólo subjetivamente sino en sus procesos patofisiológicos.
Salud, lo contrario de enfermedad, es el estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia, según la definición presentada por la Organización Mundial de la Salud en su constitución aprobada en 1948. Pero, para muchos expertos, existe la salud, pero no personas con salud total. Alguien saludable es aquel que no ha sido examinado suficientemente. La sicoanalista Karen Horney dijo una vez: no debe  preguntarse si una persona está enferma de una neurosis, la pregunta correcta es cuál neurosis padece. (9).
Cuando Hipócrates, Padre de la Medicina, afirmó en un  aforismo: “La aparición del  espasmo luego de cualquier herida o traumatismo, es mortal”, (10) describió un hecho real, cuya  etiológía sólo fue posibleconocer cuando se describió la neurotoxina del tétanos, causante de los espasmos observados por Hipócrates.
 El medicamento es lo real, su efecto, la realidad, demostrada en la historia de la medicina por el fenómeno del placebo, el cual se define como la sensación de mejoría que experimenta un paciente con un tratamiento falso. Su acción es positiva sólo si el paciente supone su valor curativo.
    Placebo proviene del verbo latino “placere” que significa complacer. En la Edad Media la palabra se refería al lamento de  las plañideras profesionales en los funerales de alguna persona. En el siglo XVIII  ya significaba algo que simulaba un medicamento. La Historia de la Medicina es la historia de los placebos. En China de 2000  medicamentos  sólo la efedrina fue comprobada como efectiva contra la tos en 1920 , y específicamente contra la del asma. La medicina de Mesopotamia usó 265 remedios. En el Papiro de Ebers se nombran 842 prescripciones y 700 remedios.En la India se emplearon 600 remedios. El Corpus Hipocrático menciona 400 drogas. Galeno habla de 820. En la Antigüedad se usaron aproximadamente 4.785 drogas y 17.000 prescripciones, todas placebos, de cuyos efectos positivos no hay duda. Esas fueron las armas terapéuticas de los médicos del pasado. Por otro lado, 30 % de los norteamericanos recurre a las terapias alternativas y el 90 % de las misma se fundamenta en el efecto placebo.
 Aunque se ha dicho que lo real en la actualidad se ha despojado del  misticismo y los  giros metafísicos, lo cierto es que en la medicina lo real sigue siendo mágico, mitológico y religioso. Porque, a quién recurre el paciente sin esperanzas, con una enfermedad incurable, cuando en realidad no hay nada más real que la vida misma.  Lanza su mirada hacia el milagro, el cual no es más, según los conceptos más modernos de la psiconeuroinmunología que la influencia sanadora de las fuerzas y  capacidades desconocidas de la mente humana,  o  la interrelación mente-cuerpo y sus implicaciones clínicas; solo ahora estudiada científicamente y que antes era privilegio y predio del brujo y el chamán, como observamos anteriormente.


FUENTES BIBLIOGRÁFICAS

1.     Diccionario de la Lengua Española. Mateo Cromo. Artes Gráficas, S.A. Madrid ,2001.
2.     Albornoz, J. Diccionario de Filosofía. Gráficas Tao. Valencia, Venezuela,2003.
3.     Rosental, M y Iudin P. Diccionario Filosófico. Editorial Política. La Habana, 1981.
4.     Ferrater Mora,J. Diccionario de Filosofía Abreviado . Editorial Sudamericana. Buenos Aires,  1973.
5.     Lénin, V. Materialismo y empiriocriticismo. Politicheskaia Literatura. Moskva, 1986.
6.     Fucoult, M. El nacimiento de la clínica. Unha arqueología de la mirada médica.México, 1966.
7.     Amaya, U. Bajo el techo de paja.Javegraf. Bogotá,2000.
8.     Gabrilov, O. Problemas e hipótesis sobre la coagulación sanguínea.Meditsina. Moscú.1981.
9.       Eshtein,N. Problemas generales de la práctica terapéutica .Valgus. Talin..1983.


10.  Hipócrates. Aforismos.Editorial Torino.Caracas.2000.

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