II SIMPOSIO
INTERNACIONAL DE INVESTIGACIÓN FILOSÓFICA
DIALÉCTICA DE LO REAL EN LA HISTORIA DE LA MEDICINA
Autor:
Edgardo Rafael Malaspina Guerra
Universidad
Rómulo Gallegos, San Juan de los Morros
RESUMEN
Michael
Foucault planteó las diferentes
interpretaciones otorgadas a un mismo
fenómeno patológico en épocas no muy distantes, según el desarrollo de la
ciencia. El debate en torno a lo real en el escenario específico de la historia
de la medicina es fácilmente extrapolable al campo de la filosofía en general, en una
relación de retroalimentación dialéctica. En efecto, lo real es el cristal por
el cual vemos nuestro ser y nuestro
mundo convertido en realidad. Por lo tanto el concepto no es único y
universal, es objetivo, pero también subjetivo; y en el panorama médico
ha sido de mucha utilidad: los aforismos hipocráticos contienen ideas
irrefutables de lo real- trasmitidas
a través de generaciones y aplicadas sin comprender su fatal e
inexorable materialización-, impulsadoras de la medicina, que el progreso
científico ha corroborado. Lo real, entonces, es una categoría netamente
filosófica independientemente de la ciencia. El conocimiento médico objetivo es real y es la fuente de la medicina
actual basada en las evidencias; pero la medicina mágico-religiosa fue y es
real para quien comulgue con ella: la psiconeuroinmunología es su manifestación
más palpable y punto donde coinciden las visiones de lo real de un médico y la
de un chaman. La neurosis y emociones como la tristeza y la depresión,
padecimientos sin sustratos anatómicos-cosa en sí temporal-, conforman el mundo de lo real del paciente, situación que
corrobora la calidad subjetiva del concepto.
Palabras
claves: lo real-medicina-historia-filosofía
Real es lo que tiene existencia verdadera y
efectiva, según el Diccionario de la Lengua Española (1).Lo real es aquello que
es inherente a una cosa. Se usa como lo opuesto a lo ilusorio, aparente, ideal
o ficticio (2). Lo real es el ser de
las cosas en contraposición con el no ser (3).“El postulado para el
conocimiento de la realidad de las cosas –dice Kant-exige una percepción; por
consiguiente, una concepción acompañada de conciencia del objeto mismo cuya
existencia ha de conocerse, pero es preciso también que este objeto concuerde
con alguna percepción real según las analogías de la experiencia, las que
manifiestan todo enlace real en la
experiencia posible” (4). En otras palabras lo real es la esencia misma de las cosas,
mientras que la realidad es la manera de percibirla. Semejante apreciación hizo
Lacan cuando expresó que la realidad es
el conjunto de los elementos reales.
A
lo largo de la Historia de la Medicina podemos observar que lo real se equipara
a la “cosa en sí” kantiana, la cual deja de serlo en la medida que la ciencia
médica se desarrolla y se transforma en
“cosa para nosotros”, parafraseando a Lénin (5).
Los diferentes teorías etiopatológicas de un
misma enfermedad son las diferentes realidades de un mismo fenómeno real.
En El nacimiento de la clínica, Foucault escribe sobre la manera cómo veían
una enfermedad nerviosa dos médicos en distintas épocas. Pomme en el siglo
XVIII trató a una paciente histérica con baños de diez a doce horas por día
durante diez meses. Luego vio porciones membranosas parecidas a fragmentos de
pergamino empapado…desprenderse con dolores y salir diariamente por la orina,
desollarse a la vez el uréter derecho y
salir entero por la misma vía. También Pomme
observó como los intestinos se despojaron de su túnica interna y
salieron por el recto. La enferma arrojó parte del esófago, la tráquea y la
lengua con los vómitos y la expectoración.
Cien años más tarde, Bayle describió una
lesión anatómica del encéfalo y sus envolturas de la siguiente manera: “Su
superficie externa aplicada a las aracnoides de la duramáter se adhiere a esta
lámina, ora de un modo muy flojo, y entonces se las separa fácilmente, ora de
un modo firme e íntimo y, en este caso, algunas veces es muy difícil
desprenderlas.”. Luego Bayle habla de las características de las falsas
membranas y las compara a las películas albuminosas de los huevos.
Foucault
compara las observaciones de ambos médicos: la primera está llena de
mitos y fantasmas , mientras que la segunda se acerca al conocimiento
científico actual. Por eso se pregunta: ¿Quién puede asegurarnos que un médico
del siglo XVIII no veía lo que veía, pero que han bastado una decena de años
para que las figuras fantásticas se disipen y el espacio liberado deje venir
hasta los ojos el corte franco de las cosas?
(6). La respuesta está en la diferencia entre los conceptos de lo real y
la realidad, lo que no obstaculiza el desarrollo de la medicina por cuanto transcurre a través del método de
ensayo y error , del que el propio Esculapio, dios de la medicina, tomo en
cuenta cuando advierte en sus consejos que “… la medicina es ciencia oscura, a
quien los esfuerzos de sus fieles van iluminando de siglo en siglo”.
Cualquier
tipo de medicina no es más que una
forma derivada de las tres ramas primigenias: la instintiva, la
mágico-religiosa y la empírica. Todas reflejan distintas realidades. La más
antigua de todas es la instintiva, manifestación inequívoca de nuestra
procedencia animal .La medicina instintiva la observamos cuando los animales
comen hierbas, tierra y hasta excrementos. Aristóteles supuso un antídoto
contenido en el orégano porque notó que las tortugas lo comían cuando devoraban
culebras venenosas .La terrofagia, ampliamente practicada por nuestros
indígenas y por niños con parasitosis, es un
ejemplo de lo que hablamos. El uso del caolín o arcilla blanca en la
farmacología moderna (kaopecón, kaopectate) es parte de la misma opera. Los
elefantes, cerdos y muchos otros animales recurren al barro (barroterapia) para
proteger su piel. Ese el principio del uso masivo de cremas en dermatología.
Los antiguos egipcios vieron como el ibis cuando tenía mucha sed bebía agua
colocándola con su pico en el recto. Por esa vía el líquido vital llega más rápido al
torrente sanguíneo : la idea para la invención del supositorio estaba clara; y
los egipcios lo inventaron hace cinco mil años sin tener nociones fisiológicas.
A la hora de bajarle la fiebre a un niño el supositorio le gana al jarabe.
El
investigador y escritor colombiano Humberto Amaya Luzardo vivió más de treinta
años en la selva amazónica donde realizó
importantes observaciones sobre la medicina instintiva practicada por los
indígenas. En su libro “Bajo el techo de paja” escribió sobre el tratamiento contra
las mordeduras de serpiente: “Uno aprende mirando a los bichos. Si usted se
pone a mirar a los micos y ve cuando una culebra muerde a un mico, entonces de
la ramita que el coja y se eche , échese usted también de la misma. Si no le
gusta mirar a los micos…agárrese a mirar a las culebras y de la pajita que ella
coma, coja y coma usted también que esa es la que sirve.” (7)
La
medicina mágico-religiosa surge asociada a la forma del pensamiento más
primitivo: el que se fundamenta en la aceptación de fuerzas maravillosas responsables de todo
lo que sucede en la naturaleza. La enfermedad aparece por magia y la curación
también. Fue el eje de la medicina de todos los pueblos antiguos(medicina
tradicional china, ayurveda hindú, etc) ; y es el sustento de la hechicería,
los milagros de los santos y algunas curaciones espectaculares que no tienen
una explicación racional. La autoestima, la fe y las oraciones practicadas por
el paciente conforman el ambiente emocional propicio para el restablecimiento
de la salud. La medicina mágica, otrora campo exclusivo de los brujos, es ahora
materia de investigación en búsqueda de explicaciones que tengan sustratos
objetivos y demostrables : la psiconeuroinmunología.
Por
último tenemos la medicina empírica, cuya base es la aplicación de una
experiencia favorable para la salud: el reposo luego de una fractura , un baño
cuando hay fiebre alta o el uso de una planta para determinada enfermedad. La
medicina científica es su heredera y en su radio de acción está la práctica
clínica, la medicina experimental y la
medicina basada en evidencias.
En Mesopotamia , hace más de siete mil años,
detectaron un problema real: una deidad del mal reinaba cada siete días y por
lo tanto los médicos no debían curar durante ese tiempo. En la actualidad los endocrinólogos han
determinado que el nivel de las hormonas de la corteza de las cápsulas
suprarrenales oscila dentro del
periodo semanal lo que determina un biorritmo
específico para nuestro organismo y que la sociedad ha refrendado laboralmente.
El ritmo sinódico o lunar lo conocían nuestros antepasados más antiguos. Él se
manifiesta en dolencias sicosomáticas. Es común oírle al paciente decir: me
duele tal parte con el paso de la luna. El comportamiento del loco Juan
Carabina es también una demostración de este biorritmo. La luna influye sobre
el agua y provoca las mareas. El cuerpo humano contiene hasta 75 % de agua. El
mar fue el medio ambiente que propició el origen de la vida. El investigador
Gabrilov afirma que “los elementos de la
regulación sanguínea aparecieron cuando surgió el medio ambiente secundario o
interno en los organismo multicelulares. Entonces el océano universal se convirtió
en el torrente sanguíneo”. (8).He aquí una relación directa entre el macro y el
microcosmos.
La
medicina lucha contra la muerte, y la muerte es lo real. Asclepio, dios de la
medicina, devolvía la vida a los muertos. Hades protestó ante Zeus temeroso que
el más
allá quedara despoblado. Zeus lo mató de un rayo. El castigo era
consecuencia de su transgresión: no le era permitido actuar contra la
naturaleza y romper con el binomio real vida-muerte.
La enfermedad es uno de los medios
empleados por la muerte para
materializarse. La enfermedad es real en la medicina mágico-religiosa, pero realidad
en la medicina científica, porque al fin y al cabo no es tal, no hay
enfermedad, hay enfermos, ya que cada paciente la sufre a su manera no sólo
subjetivamente sino en sus procesos patofisiológicos.
Salud,
lo contrario de enfermedad, es el estado de completo bienestar físico, mental y
social, y no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia, según la definición
presentada por la Organización Mundial de la Salud en su constitución aprobada
en 1948. Pero, para muchos expertos, existe la salud, pero no personas con
salud total. Alguien saludable es aquel que no ha sido examinado
suficientemente. La sicoanalista Karen Horney dijo una vez: no debe preguntarse si una persona está enferma de
una neurosis, la pregunta correcta es cuál neurosis padece. (9).
Cuando
Hipócrates, Padre de la Medicina, afirmó en un
aforismo: “La aparición del
espasmo luego de cualquier herida o traumatismo, es mortal”, (10) describió
un hecho real, cuya etiológía sólo fue
posibleconocer cuando se describió la neurotoxina del tétanos, causante de los
espasmos observados por Hipócrates.
El medicamento es lo real, su efecto, la
realidad, demostrada en la historia de la medicina por el fenómeno del placebo,
el cual se define como la sensación de mejoría que experimenta un paciente con
un tratamiento falso. Su acción es positiva sólo si el paciente supone su valor
curativo.
Placebo proviene del verbo latino “placere”
que significa complacer. En la Edad Media la palabra se refería al lamento
de las plañideras profesionales en los
funerales de alguna persona. En el siglo XVIII
ya significaba algo que simulaba un medicamento. La Historia de la
Medicina es la historia de los placebos. En China de 2000 medicamentos
sólo la efedrina fue comprobada como efectiva contra la tos en 1920 , y
específicamente contra la del asma. La medicina de Mesopotamia usó 265
remedios. En el Papiro de Ebers se nombran 842 prescripciones y 700 remedios.En
la India se emplearon 600 remedios. El Corpus Hipocrático menciona 400 drogas.
Galeno habla de 820. En la Antigüedad se usaron aproximadamente 4.785 drogas y
17.000 prescripciones, todas placebos, de cuyos efectos positivos no hay duda.
Esas fueron las armas terapéuticas de los médicos del pasado. Por otro lado, 30
% de los norteamericanos recurre a las terapias alternativas y el 90 % de las
misma se fundamenta en el efecto placebo.
Aunque se ha dicho que lo real en la
actualidad se ha despojado del
misticismo y los giros
metafísicos, lo cierto es que en la medicina lo real sigue siendo mágico,
mitológico y religioso. Porque, a quién recurre el paciente sin esperanzas, con
una enfermedad incurable, cuando en realidad no hay nada más real que la vida
misma. Lanza su mirada hacia el milagro,
el cual no es más, según los conceptos más modernos de la psiconeuroinmunología
que la influencia sanadora de las fuerzas y
capacidades desconocidas de la mente humana, o la
interrelación mente-cuerpo y sus implicaciones clínicas; solo ahora estudiada
científicamente y que antes era privilegio y predio del brujo y el chamán, como
observamos anteriormente.
FUENTES
BIBLIOGRÁFICAS
1.
Diccionario de la
Lengua Española. Mateo Cromo. Artes Gráficas, S.A. Madrid ,2001.
2. Albornoz,
J. Diccionario de Filosofía. Gráficas Tao. Valencia, Venezuela,2003.
3. Rosental,
M y Iudin P. Diccionario Filosófico. Editorial Política. La Habana, 1981.
4. Ferrater
Mora,J. Diccionario de Filosofía Abreviado . Editorial Sudamericana. Buenos
Aires, 1973.
5. Lénin,
V. Materialismo y empiriocriticismo. Politicheskaia Literatura. Moskva, 1986.
6. Fucoult,
M. El nacimiento de la clínica. Unha arqueología de la mirada médica.México,
1966.
7. Amaya,
U. Bajo el techo de paja.Javegraf. Bogotá,2000.
8. Gabrilov,
O. Problemas e hipótesis sobre la coagulación sanguínea.Meditsina. Moscú.1981.
9. Eshtein,N. Problemas generales de la práctica
terapéutica .Valgus. Talin..1983.
10.
Hipócrates. Aforismos.Editorial
Torino.Caracas.2000.
No hay comentarios:
Publicar un comentario